Hace algunos años, cuando el papa visitó los Estados Unidos, reprendió al pueblo norteamericano por no mostrar misericordia. Dijo que deberían dar a los pobres lo que tenían, porque eran una nación muy rica. Sin embargo, en medio de las ruinas después del gran terremoto en Italia, en 1980, el papa se acercó a la cama de un pobre hombre italiano que estaba herido, y lo único que hizo fue poner sus manos sobre la cabeza del hombre y hacer la señal de la cruz. El papa, tan bondadoso, sólo le dio su bendición y se fue.
Los noticieros estaban informando desde el lugar de la devastación. Pero, luego transmitieron desde los Estados Unidos. El senador Kennedy [el hombre que entonces muchos esperaban elegir como el próximo presidente] miró a la cámara con una expresión de tristeza y dijo: «Nosotros, los norteamericanos, por compasión debemos enviar por lo menos 45 millones de dólares para reconstruir esa ciudad devastada». Quizás algunos lo recuerden. Ahora permítame citar de LOS BILLONES DEL VATICANO, escrito por Avro Manhattan. Creo que le indignará tanto como a mí. Además, esta información se publicó hace muchos años, y probablemente hoy las cantidades hayan aumentado considerablemente.
«El Vaticano tiene grandes inversiones con los Rothschild de Inglaterra, Francia y Estados Unidos; el Banco Hambros; y el Credit Suisse de Londres y Zurich. En los Estados Unidos tiene grandes inversiones en el Banco Morgan, Banco Chase-Manhattan, First National Bank de Nueva York, Bankers Trust Company y otros. El Vatiano tiene cientos de millones de acciones en las más poderosas corporaciones internacionales, tales como Gulf Oil, Shell, General Motors, Bethlehem Steel, General Electric, International Business Machines, TWA y muchas otras. Haciendo un cálculo conservador, sólo en los Estados Unidos sus inversiones sobrepasan los 500 millones de dólares.
«En una declaración publicada en relación con el prospecto de un bono, la arquidiócesis de Boston declaró que su haber era de seiscientos treinta y cinco millones ($635,891,004) de dólares, que representa 9.9 veces más que sus obligaciones financieras. Esto deja una ganancia neta de quinientos setenta y un millones ($571,704,953). Si sumamos la riqueza de las 28 arquidiócesis y 122 diócesis de los Estados Unidos -y algunas de ellas son más ricas que la arquidiócesis de Boston-, no es difícil descubrir a cuánto llega la asombrosa riqueza de la iglesia.
«Por las declaraciones de un miembro de la Conferencia Católica de Nueva York, podemos tener una idea de los bienes raíces y otras formas de riqueza que controla la iglesia católica; él dijo ‘que probablemente su iglesia ocupa el segundo lugar sólo después del gobierno de Estados Unidos en el total de compras anuales’. Tal vez es aún más reveladora la declaración que hizo un sacerdote católico y periodista nacionalmente conocido. El dijo: ‘La iglesia católica sin duda es la corporación más grande de los Estados Unidos. Tenemos una sucursal en cada vecindario. Nuestro capital y bienes raíces probablemente sobrepasen los de Standard Oil, A.T.&T. y U.S. Steel juntos. Y nuestra lista de miembros que pagan cuotas seguramente está en segundo lugar sólo después de la lista de contribuyentes de impuestos del Gobierno de los Estados Unidos’.
«Cuando se toma en cuenta el total de su capital activo, la iglesia católica es el más grande corredor de bolsa del mundo. Independientemente de cada sucesión papal, el Vaticano ha enfocado su creciente interés en los Estados Unidos. The Wall Street Journaldijo que los tratos financieros del Vaticano, sólo en los Estados Unidos, eran tan grandes que frecuentemente vendía o compraba oro en lotes de un millón de dólares o más a la vez.
«United Nations World Magazine calculó que el tesoro de oro sólido del Vaticano llega a varios cientos de millones de dólares. Una gran cantidad está almacenada en lingotes de oro en el Banco de Reserva Federal de los Estados Unidos, y el resto está en bancos de Inglaterra y Suiza. Pero esta es sólo una pequeũa porción de la riqueza del Vaticano, que sólo en los Estados Unidos supera a la de las cinco corporaciones gigantes más ricas del país. Cuando a ella se suman todos los bienes raíces, propiedades, bonos y acciones en el extranjero, entonces la asombrosa acumulación de riqueza de la iglesia católica llega a ser tan grande que es difícil de evaluar racionalmente.
«La iglesia católica es la mayor potencia financiera, acumuladora de riqueza y propietaria de bienes que existe actualmente. Posee más riquezas materiales que cualquier otra institución, corporación, banco, fiduciaria, gobierno o estado en todo el mundo. Por tanto, el papa, como administrador visible de esta inmensa riqueza, es la personas más rica del siglo XX. Nadie puede calcular en forma realista cuánto vale él en términos de billones de dólares».
Y, recuerdo cómo el papa, la persona más rica de este planeta, se acercó a ese pobre hombre italiano que yacía entre los escombros, puso una mano sobre su cabeza y le dijo: «Bendito seas». Luego se alejó y simplemente lo dejó allí. Sin duda es el colmo de la hipocresía. Después, el senador Kennedy, el servidor del papa en los Estados Unidos, lanzó la responsabilidad al pueblo norteamericano para que sufragara los gastos de reconstrucción de esa ciudad destruida, allí, en el territorio del papa. ¡Qué plan!
©1984 por Jack T. Chick, Cortinas De Humo
Pensamiento de hoy
- Elena G. White
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