- 3 tazas de frijoles (porotos, habichuelas, judías, caraotas) negros cocidos sin sal, bien enjuagados
- 2 tazas de dátiles picados en pedacitos (para diabéticos, usa Stevia, el equivalente a 32 cucharadas de azúcar)
- 2 cucharadas de matequilla de maní (cacahuates) o mantequilla de almendras
- 2 tazas de dátiles picados en pedazos pequeños
- ½ taza de harina de algarroba (o cacao en polvo)
- ½ cucharada de canela en polvo
- ½ taza de nueces picadas
- 2 cucharadas de avena instantánea (opcional, sólo si la mezcla está muy húmeda)
Precalienta el horno a fuego medio (350°F o 175°C). Combina los dátiles picados junto con los frijoles negros, la vainilla y la mantequilla de maní o almendras en un procesador de alimentos y mezcla todo hasta que la mezcla esté suave y todo bien molido. Añade la algarroba (o cacao) en polvo y la canela, y mezcla todo otra vez. Si la mezcla está muy seca, agrega más mantequilla de maní o almendras, y si está muy húmeda agrega un poco de avena. Vierte en un recipiente y agrega las nueces picadas. Revuelve bien.
Vierte esta mezcla en un recipiente para el horno previamente engrasado o forrado con papel para el horno. Esparce bien la mezcla con una espátula o tus propias manos. Hornea por 30 minutos. Retira del horno y deja que se enfríe. Pon el recipiente en el congelador por lo menos dos horas para que se endurezca bien antes de cortar en pedazos. Rinde de 12 a 16 pastelitos.
Via | Saludparahoy
Pensamiento de hoy
- Elena G. White
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