Busque el joven como compañera que esté siempre a su lado a quien sea capaz de asumir su parte de las responsabilidades de la vida, y cuya influencia le ennoblezca, le comunique mayor refinamiento y le haga feliz en su amor.
“De Jehová la mujer prudente”. “El corazón de su marido está en ella confiado… Le da ella bien y no mal todos los días de su vida”. “Abre su boca con sabiduría, y la ley de clemencia está en su boca. Considera los caminos de su casa, y no come el pan de balde. Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; y su marido también la alaba”, diciendo: “Muchas mujeres hicieron el bien; pero tú sobrepasas a todas”. “El que halla esposa halla el bien, y alcanza la benevolencia de Jehová”. Proverbios 19:14; 31:11, 12, 26-29; 18:22.
He aquí algo que debe considerarse: ¿Traerá felicidad a su hogar la persona con la cual usted se case? ¿Sabe ella de economía, o una vez casada dedicará, no sólo todo lo que ella misma gane, sino también todo lo que usted obtenga, a satisfacer la vanidad, el amor a las apariencias? ¿Se guía por principios correctos en estas cosas? ¿Tiene ella ahora de qué depender?… Yo sé que, en el parecer de un hombre infatuado por el amor y los pensamientos relativos al casamiento, estas preguntas se hacen a un lado como si no tuvieran importancia. Sin embargo, es necesario considerarlas debidamente, porque pesarán sobre su vida futura.
Al elegir esposa, estudie su carácter. ¿Será paciente y cuidadosa? ¿O dejará de interesarse en los padres de usted precisamente cuando ellos necesiten a un hijo fuerte en quien apoyarse? ¿Le retraerá ella de la sociedad de esos padres para ejecutar sus propios planes y agradarse a sí misma, abandonando a los padresque, en vez de ganar a una hija afectuosa, habrán perdido a un hijo?
Consejos para la Iglesia
Pensamiento de hoy
- Elena G. White
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