«no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.» (Hebreos 10:25)
A juzgar por el índice de frecuencia de la iglesia en el mundo occidental, no sería difícil de diagnosticar que ella se encuentra hoy, en muchas circunstancias, en crisis. Eso por no hablar de los cultos de oración y reuniones evangelisticas. A continuación, analice conmigo algunas de las excusas que he oído, que son utilizadas por personas que ya no asisten a la iglesia:
1. «Alguien me ofendió.»
Esta excusa por lo general comienza en la lista. «Alguien o la iglesia ofendieron mis sentimientos, y no quiero volver allí» Otra frase común es: «La iglesia está llena de hipócritas.» El gran problema de la iglesia es que está hecho de personas como usted y yo. Si quitamos todas las personas, los problemas desaparecerían, más también la iglesia dejarían de existir. Hay que recordar que los cristianos no siguen a los cristianos. Ellos siguen a Cristo.
2. «No soy lo suficientemente bueno para ir a la iglesia.»
Esto equivale a que un enfermo diga, «estoy demasiado enfermo para ir al hospital.»
3. «La iglesia parece muerta. Los servicios son agotadores y no recibo nada alla. «
Este argumento parece suponer que la razón principal para ir a la iglesia se encuentra en la diversión o incluso en recibir algo. En su lugar, vamos a la iglesia principalmente a ofrecer a Dios nuestra alabanza y agradecimiento.
4. «He estado muy ocupado últimamente.»
Ese es precisamente el propósito del sábado. Liberarnos de la tiranía y la esclavitud de las rutinas de la vida. Esa excusa dice, en otras palabras, que estamos demasiado ocupados para Dios.
5. «Estoy enfermo.»
En algunos casos, esto es cierto. Quiera Dios que no lleguemos a estar tan enfermo como a veces decimos para no ir a las reuniones. Entonces seguramente sabríamos lo que significa estar enfermo.
6. «Estoy tan cansado los sábados.»
Curioso es que difícilmente estemos cansados para hacer compras o ver los programas favoritos en la televisión. La gente en general hacen lo que quieren o que consideran importante.
7. «La iglesia está muy lejos de mi casa.»
Si Jesús estaba dispuesto a «viajar» a millones de años luz de la tierra al cielo para visitarnos y salvarnos, sin duda podemos encontrar una manera de llegar a la iglesia para darle gracias y tener comunión con Él.
¿Qué tal estar en la iglesia el próximo sábado? No lo deje para decidirlo en el último minuto. Tome una decisión en este momento: «Voy a estar allí!»
«Aquellos que pertenecen a la familia de la fe nunca debieran dejar de reunirse, porque éste es el medio que Dios ha designado para conducir a sus hijos a la unidad, a fin de que con amor y compañerismo cristiano se ayuden y fortalezcan y animen unos a otros. Como hermanos en nuestro Señor, somos llamados por una santa vocación a una vida santa y feliz. Habiendo entrado por la senda estrecha de la obediencia, refresquemos nuestras mentes mediante la comunión de unos con otros y con Dios. Mientras vemos aproximarse el día de Dios, reunámonos a menudo para estudiar su Palabra y exhortarnos unos a otros a ser fieles hasta el fin. Estas reuniones son el medio designado por Dios por el cual tenemos la oportunidad de hablarnos unos a otros y de obtener toda la ayuda posible para prepararnos en forma debida, a fin de recibir en las asambleas celestiales el cumplimiento de la promesa de nuestra heredad.»(Ellen G. White – Carta 98, 1902).
Pensamiento de hoy
- Elena G. White
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