Dias después que el huracán María devastara la isla caribeña de Dominica, dejando edificios, casas, carreteras y árboles en ruinas, los líderes adventistas del séptimo día visitaron a los líderes locales y miembros para ofrecer solidaridad, evaluar sus necesidades y actualizarse sobre las iglesias y escuelas . La tormenta de Categoría 5 fue una de las más fuertes en llegar a la isla, matando decenas de personas, desbordando ríos, destruyendo puentes y dejando la isla sin energía, comida, agua y comunicación.
«Hay destrucción por todas partes», dijo el pastor Samuel Telemaque, director de la escuela Sabática de la iglesia en Interamérica que visitó su tierra natal el 24 y 27 de septiembre. «No hay árboles, no hay palmas de coco, no más árboles de plátano. Se puede ver un extremo de la isla a la otra, parecía tan transparente «, dijo Telemaque, quien creció en Dominica y experimentó el huracán David en 1979, un evento que ha sido grabado en su mente. «Nunca he visto algo así», dijo.
Todos los más de 7.000 miembros de la iglesia en Dominica se han visto afectados por la tormenta. «Nuestros miembros necesitan ayuda para reconstruir sus vidas», dijo Telemaque.
Necesidad de alimentos y suministros de socorro
«Hay una tremenda necesidad de alimentos, agua, artículos de aseo, materiales para la vivienda y ayuda psicológica», dijo el pastor Felix Jack, pastor de distrito en Dominica, recientemente nombrado Secretario Ministerial para la Conferencia del Caribe Oriental que presta servicios a las islas de Barbados y Dominica.
«Muchos se han hundido en el espíritu de desesperanza y desesperación, y realmente necesitamos traer algo de esperanza y alivio para ellos y para la comunidad», dijo Jack.
Casi todas las 34 iglesias adventistas en Dominica fueron completamente destruidas, a excepción de cinco que sufrieron daños pero pueden ser usadas, dijeron los líderes de la iglesia local.
Las cuatro Escuelas Adventistas de la isla sufrieron graves daños, informó Ursula Edwin, directora de la escuela primaria adventista de Roseau. «Las personas han vandalizado y se han llevado todas las computadoras y ordenadores portátiles de las escuelas, incluso los libros fueron tomados», dijo Edwin.
«Todo está cerrado, los bancos, los supermercados, toda la infraestructura y necesitamos asegurarnos de que los líderes puedan llegar a ministrar a los miembros», explicó Telemaque.
Telemaque se reunió con líderes de Santa Lucía y dijo que la logística está en su lugar para que un contenedor se llene de comida, agua y suministros para llegar a la membresía de la iglesia en Dominica. La IAD está liberando los fondos para obtener los suministros de socorro a ellos tan pronto como sea posible la próxima semana, explicó Telemaque.
Pensamiento de hoy
- Elena G. White
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