Ellen White, los capitalistas y los revolucionarios

Elena de White vivió en el siglo 19, cursó sólo los primeros años de la enseñanza fundamental, e incluso escribió perlas como ésta: «Al mismo tiempo la anarquía trata de hacer desaparecer toda ley, no sólo divina sino humana. La concentración de la riqueza y el poder, las vastas combinaciones hechas para el enriquecimiento de unos pocos a expensas de la mayoría; la unión de las clases más pobres para organizar la defensa de sus intereses y derechos; el espíritu de inquietud, desorden y derramamiento de sangre; la propagación mundial de las mismas enseñanzas que produjeron la Revolución Francesa, tienden a envolver al mundo entero en una lucha similar a la que convulsionó a Francia. Estas son las influencias que tienen que afrontar los jóvenes de hoy día. Para permanecer firmes en medio de tales trastornos es necesario que echen ahora los cimientos del carácter.»(La educación , p. 228).

¡Este texto escrito no mucho tiempo después de los estragos ocasionados por la Revolución Francesa es simplemente impresionante! De la lectura atenta de él podemos formular por lo menos nueve preguntas y extraer algunas reflexiones:

• 1. ¿Qué tipo de problemas trae la acumulación de riqueza por unos pocos, además de lo obvio y la consiguiente distribución muy desigual de los recursos y la expansión de la pobreza? ¿Los regímenes socialistas no concentran riquezas?
• 2. ¿Qué tipo de reacción promovió el capitalismo desenfrenado y cuáles son las consecuencias de esta reacción? Lea Santiago 5: 4.
• 3. ¿Cuando es que la defensa de los intereses de una clase puede convertirse en un problema igual o mayor que la injusta situación que motivó? ¿Qué decir de la tiranía de las minorías?
• 4. ¿Cuáles fueron los aspectos positivos y negativos de la Revolución Francesa?
• 5. ¿Ves un poder mover el péndulo de la historia de aquí para allá, trayendo consecuencias negativas tanto en un extremo como en otro?
• 6. Los jóvenes de hoy tienen que enfrentar los males del capitalismo y los legados de la Revolución Francesa, uno de los cuales es el socialismo. Uno destruye la sensibilidad espiritual (vivir para tener) y aleja el deseo por el regreso de Jesús, el otro abre las puertas a males como la ideología de género, el feminismo, el relativismo e incluso el ateísmo.
• 7. Para estar en pie y soportar las presiones sociales y políticas, como resistirse a ideologías anti-cristianas, los jóvenes necesitan «echar ahora los cimientos del carácter»
• 8. ¿Cómo podemos formar un carácter cuyos fundamentos san sólidos?
• 9. ¿Se da cuenta de que la solución a ambos problemas es formar una cosmovisión bíblica adecuada? Así desaparece la ilusión de que la solución a los problemas del mundo estaría a la izquierda o a la derecha. No está. Está en lo alto.

Para responder a la pregunta 1, dos textos bíblicos pueden ayudar. Proverbios 30: 7, 8: «Dos cosas te he demandado; No me las niegues antes que muera: Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; No me des pobreza ni riquezas; Manténme del pan necesario;» Lucas 12: 18-21: «y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.»

Es importante aclarar que la visión positiva del trabajo y del lucro procede del protestantismo (Calvino sistematizó ese tema). Por lo tanto, el capitalismo fundamentado sobre la ética protestante es una bendición para la sociedad; el problema es cuando se convierte en instrumento de ideologías desprovistas de Dios. Por otro lado, vivimos en la época del protestantismo apostata, que camina rápidamente hacia la formación de la bestia escarlata de Apocalipsis 17. Y no podemos olvidar que lo que fundamentó el capitalismo de la actualidad no fue precisamente el protestantismo, sino el evolucionismo social del, el siglo 19, y que lo único en común que tiene con el protestantismo es el hecho de haber surgido en países protestantes, muy probablemente relacionado con el proceso de apostasía.

Cuando leemos con atención la estructura social del Israel teocrático, el cual White dice ser un modelo de justicia para la organización humana, vemos elementos presentes en el capitalismo moderno, pero muchos otros diametralmente opuestos.

Con respecto a la pregunta 8, la continuación de la lectura en las páginas 228 y 229 proporciona la respuesta. Pero también es necesario el joven saber cuáles son las fuerzas motrices que están detrás de los ataques que la cristiandad sufre, pues conociéndolas él sabrá defenderse y posicionarse. Una vez que el joven se posicione a favor de Dios, él necesita saber identificar las contrafaciones presentadas al mundo y discernir una por una, para, entonces, estar firme y no ser engañado.

Un elemento clave del texto de Elena de White arriba es la Revolución Francesa. Por eso este asunto merece un estudio más detallado. Por hora, cito otro texto de ella: «El mismo espíritu maestro que incitó a la Masacre de San Bartolomé también dirigió las escenas de la Revolución Francesa. Satanás parecía triunfar. A pesar del trabajo de los reformadores, él había logrado mantener vastas multitudes en la ignorancia acerca de Dios y de su palabra. Ahora, apareció con un nuevo ropaje. En Francia, surgió un poder ateo que declaró abiertamente guerra contra la autoridad del cielo. […] La fornicación fue sancionada por ley. La profanación y la corrupción parecían inundar la Tierra. […] El trabajo que el papado había comenzado, el ateísmo lo concluyó. Uno retuvo del pueblo las verdades de la Biblia; el otro le enseñó a rechazar tanto la Biblia y su Autor «(Spirit of Prophecy, vol. 4, p. 192).

¿Qué es evidente de todo esto? Necesitamos como nunca antes estudiar la Biblia Sagrada y formar un carácter para la eternidad, no dejándonos desviar ni hacia la derecha ni hacia la izquierda.

Escrito por Michelson Borges