Pregúntele a cualquiera a su alrededor ahora: todos quieren tener éxito. Ya sea en su carrera, relación o familia, tener éxito es el deseo de diez de cada diez personas. Sin embargo, pocos de ellos toman medidas para hacer realidad este sueño. ¿La principal justificación para esto? El éxito es muy difícil de lograr. Sin embargo, si prestas atención, encontrarás que tener éxito no es un animal de siete cabezas. De hecho, es más simple de lo que piensas.
Simplemente siga estos preciosos consejos de Ellen G. White que compartimos aquí, y tendrá éxito no solo en 2020, sino en toda su vida.
1. Necesitas una meta, un objetivo
“Una existencia sin propósitos es una muerte en vida.” (Consejos sobre salud , p. 50)
“El éxito en cualquier actividad requiere una meta definida. El que desea lograr verdadero éxito en la vida debe mantener constantemente en vista esa meta digna de su esfuerzo.” (La Educación, p. 262)
«Donde no hay un objetivo, hay una tendencia a la indolencia; pero donde hay una meta suficientemente importante en vista, todas las facultades mentales se ponen instantáneamente en actividad. Para obtener éxito en la vida, los pensamientos deben fijarse firmemente en el objetivo de la vida y no se los debe dejar vagar ni ocuparse de cosas sin importancia o complacerse en ociosas cavilaciones, que son el fruto de rehuir las responsabilidades. Construir castillos en el aire pervierte la mente. (Testimonios para la Iglesia , vol. 2, p. 382)
2. Aprende de las supuestas derrotas
«Algunas veces el Señor adiestra a sus servidores mediante chascos y fracasos aparentes. Es su propósito que aprendan a dominar las dificultades. Procura inspirarlos con una determinación de transformar cada aparente fracaso en un éxito.» (Recibiréis poder, p. 272)
“Los hombres a menudo oran y lloran debido a las perplejidades y obstáculos que deben arrostrar. Pero es el propósito de Dios que enfrenten perplejidades y obstáculos y, si mantienen firmemente hasta el fin su confianza como al principio, decididos a llevar adelante la obra del Señor, El les despejará el camino. Los que luchen perseverantemente contra dificultades aparentemente insuperables tendrán éxito, y con el éxito vendrá también el más grande gozo». (Alza tus ojos, p. 114)
3. Siempre ten una actitud positiva
“En la lucha por alcanzar la norma más alta, el éxito o el fracaso dependerán mucho de su carácter y de la forma como estén encauzados sus pensamientos. Si éstos están bien dirigidos, como Dios quiere que los estén cada día, se espaciarán en los temas que nos van a ayudar a aumentar nuestra devoción. Si los pensamientos son correctos, entonces, como resultado de ello, las palabras también serán correctas; las acciones serán de tal naturaleza que producirán alegría, consuelo y descanso a las almas…». ( Cada día con Dios , p. 64)
4. Esfuerzo y perseverancia.
“En cualquier ramo de trabajo, el verdadero éxito no es resultado de la casualidad ni del destino. Es el desarrollo de las providencias de Dios, la recompensa de la fe y de la discreción, de la virtud y de la perseverancia. Las bellas cualidades mentales y un tono moral elevado no son resultado de la casualidad. Dios da las oportunidades; el éxito depende del uso que se haga de ellas.». (Profetas y reyes , 486)
“Cuando Dios prepara el camino para la realización de cierta obra, y da seguridad de éxito, el instrumento escogido debe hacer cuanto está en su poder para obtener el resultado prometido. Se le dará éxito en proporción al entusiasmo y la perseverancia con que haga la obra.» (Profetas y Reyes , p. 196)
5. Confianza y fidelidad.
“Ninguno que sea ferviente y perseverante dejará de tener éxito. La carrera no es del veloz, ni la batalla del fuerte. El santo más débil, tanto como el más fuerte, puede llevar la corona de gloria inmortal. Puede ganarla todo el que, por el poder de la gracia divina, pone su vida en conformidad con la voluntad de Cristo. Demasiado a menudo se considera como asunto sin importancia, demasiado trivial para exigir atención, la práctica en los detalles de la vida, de los principios sentados en la Palabra de Dios. Pero en vista del resultado que está en juego, nada de lo que ayude o estorbe es pequeño. Todo acto pesa en la balanza que determina la victoria o el fracaso de la vida. La recompensa dada a los que venzan estará en proporción con la energía y el fervor con que hayan luchado.” (Hechos de los Apóstoles , p. 252)
“Pero cuando nos entregamos completamente a Dios y en nuestra obra seguimos sus instrucciones, él mismo se hace responsable de su realización. El no quiere que conjeturemos en cuanto al éxito de nuestros sinceros esfuerzos. Nunca debemos pensar en el fracaso. Hemos de cooperar con Uno que no conoce el fracaso. No debemos hablar de nuestra propia debilidad o incapacidad. Esto es una manifiesta desconfianza en Dios, una negación de su Palabra. Cuando murmuramos a causa de nuestras cargas, o rechazamos las responsabilidades que él nos llama a llevar, estamos prácticamente diciendo que él es un amo duro, que exige lo que no nos ha dado poder para hacer.». (Palabras de vida del Gran Maestro, p. 297)
6. Haz una alianza con el cielo
“Todas las maravillas que Dios obró en favor de su pueblo fueron realizadas por los medios más sencillos. Cuando éste se consagre completamente al Señor, entonces él los empleará para llevar adelante su obra en la tierra. Pero deberíamos recordar que del éxito que nos acompañe, toda la gloria y el honor pertenecen a Dios, puesto que cada facultad y cada aptitud sea un don suyo…. El Señor desea avergonzar las jactancias de los hombres. El dará éxito a los esfuerzos más débiles y a los métodos menos prometedores, cuando sean divinamente señalados y realizados con humildad y confianza.” (Recibiréis Poder , p. 260)
Por Angelo Repetto, vía megaphone
Pensamiento de hoy
- Elena G. White
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