Pensando en lo poco que la iglesia ha hecho en favor de la clase media alta, es posible pensar que son los más desprovistos de cuidado espiritual. Como iglesia remanente somos responsables por la evangelización de ese estrato social olvidado.
Sin duda es tiempo de despertar a esa realidad, trazar planes, dar el entrenamiento necesario y, bajo la guía y el auxilio del Espíritu Santo, asumir la responsabilidad que nos compete.
Teniendo en cuenta que Dios quiere que se evangelice a todos los niveles de la sociedad, la administración de la Unión y de cada asociación, debería motivar a los pastores y a los laicos para evangelizar a la clase media-alta.
“Dios pide obreros que alcancen a los que pertenecen a las clases superiores, quienes, si se convirtieran, podrían a su vez trabajar por sus iguales”.
El Evangelismo, pág.403.
Según Elena G. de White, se han cometido errores al tratar de ganar a las clases altas. Esa gente no debe ser honrada como si fueran dioses. Se ha tratado de atraerlas por la ostentación y recursos mundanos cuando responden mejor a una exposición consecuente y abnegada del evangelio y suele impactarlos la sencillez de una vida piadosa.
Ella dice que la mejor forma de alcanzar a las clases altas es mediante sanatorios adventistas ubicados fuera de las ciudades, pero en lugares accesibles. Esas instituciones necesitan instalaciones adecuadas y deben trabajar con un alto nivel profesional y espiritual.
No es la lógica, ni la filosofía, ni la ciencia lo que los convertirá a Cristo. Con sencillez, hay que dirigir sus miradas al Salvador. Es la comprensión del valor de la sangre de Cristo lo que los llevará a la conversión. Después habrá que presentarles las verdades distintivas, incluyendo el mensaje de los tres ángeles
Fuente: Unión Colombiana del Norte
Pensamiento de hoy
- Elena G. White
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