Libro: El Corazón del Evangelio por Charles Spurgeon – Pdf

El corazón del Evangelio se encuentra en la redención, y su esencia radica en el sacrificio sustitutivo de Cristo. Este pasaje bíblico de 2 Corintios 5:20-21 nos revela la importancia de predicar la expiación como parte fundamental del mensaje divino. En un tiempo en el que las interpretaciones y filosofías erróneas amenazan las enseñanzas sagradas, es crucial mantenernos firmes en la defensa de las verdades básicas del Evangelio de Jesucristo.

Una parábola ilustrativa nos transporta a la época del emperador Nerón, donde una grave escasez de alimentos afectaba a la ciudad de Roma. A pesar de que se disponía de suficiente grano en Alejandría, las embarcaciones llegaban cargadas de arena para satisfacer las exigencias del tirano emperador en lugar de traer el trigo tan desesperadamente necesario. En un contraste simbólico, algunos navíos de nuestra era llevan en su interior la mera arena de filosofías y especulaciones, en lugar de la verdad revelada por Dios, el pan de vida espiritualmente vital para las personas.

Es en la cruz de Cristo donde encontramos el poder transformador y sanador. La leyenda de la búsqueda de la cruz verdadera por parte de la Emperatriz Elena nos enseña que cuando un cadáver fue colocado sobre una de las cruces del Calvario, solo al tocar la verdadera cruz hubo vida y movimiento. De manera similar, cuando vemos hombres y mujeres revividos, convertidos y santificados por la doctrina del sacrificio sustitutivo, reconocemos la veracidad de la expiación. La muerte de Cristo en sustitución del hombre es capaz de transformar corazones de piedra en carne viva y generar una ternura sagrada en los más obstinados.

La doctrina de la expiación es fundamental para comprender la salvación y experimentar la vida en Dios y la santidad. Es a través de la muerte de Cristo en sustitución de la humanidad que corazones antes inertes encuentran vida y aquellos en la oscuridad son iluminados por la historia del gran Amante de las almas, que se entregó por su salvación. Esta verdad poderosa sigue siendo proclamada por el Espíritu Santo, la fuerza más grande en el ámbito de la mente humana.

En conclusión, nos encontramos como embajadores de Cristo, con la responsabilidad de rogar en nombre de Él a las personas que se reconcilien con Dios. La redención y la expiación son los pilares esenciales del Evangelio, y es a través de la comprensión y aceptación de estos principios que encontramos la verdadera salvación y vida en Cristo.