Trabajar con los jóvenes de nuestras iglesias es un reto, para lo cual es necesario que dediquemos tiempo al estudio, bajo la dirección del Espíritu Santo, de las estrategias e ideas que a lo largo de la historia se han utilizado para predicar el evangelio a todo el mundo; de manera que podamos utilizarlas y podamos motivar a nuestros jóvenes a cumplir la misión que se nos encomendó.
El curso se basa en el principio fundamental expresado en el libro de Deuteronomio 6:4-9, donde se insta a escuchar y amar al SEÑOR, nuestro Dios, con todo el corazón, alma y fuerzas. Estas palabras se deben grabar en el corazón y transmitirse continuamente a los hijos, tanto en el hogar como en los caminos de la vida.
El desafío de dirigir a los jóvenes adventistas implica comprender y abordar los conceptos básicos que permiten formar y transformar sus mentes y corazones. En este sentido, el Pr. David A. Manrique, experto en ministerio juvenil, nos guiará en este curso para profundizar en dichos conceptos.
La conducción de los jóvenes adventistas no es una tarea fácil, ya que implica lidiar con influencias externas y luchar contra una mentalidad arraigada en el pasado. Moisés enfrentó desafíos similares al liderar al pueblo de Israel durante su peregrinación en el desierto. Incluso después de liberarse de la esclavitud en Egipto, algunos individuos arrastraron consigo una mentalidad influenciada por la cultura egipcia, lo que llevó a apostasías y desafíos para el pueblo.
Antes de ingresar a la Tierra Prometida, Dios deseaba que Israel comprendiera tres aspectos fundamentales: el verdadero carácter de Dios, reconocer que todo lo que habían experimentado era por su poder divino y asumir un estilo de vida consecuente como pueblo de Dios.
Estos principios aún son relevantes en la actualidad. A lo largo de la historia, el pueblo de Israel ha sido testigo de las bendiciones y promesas de Dios, incluso en situaciones difíciles. Algunos datos actuales respaldan esta afirmación, como su impacto en el ámbito comercial, los premios Nobel recibidos, su coeficiente intelectual promedio y su tasa de natalidad infantil.
En este contexto, el Curso de Consejeros busca comprender los aspectos clave en la conducción de los jóvenes adventistas, abordando las tres dimensiones del ser humano: el corazón, el alma y las fuerzas. Estas dimensiones representan la comprensión intelectual, las emociones y la parte física de cada individuo.
Desde su origen, el Club de Conquistadores ha buscado apelar a estas dimensiones para cumplir el plan de Dios en la vida de los adolescentes adventistas. A lo largo del tiempo, ha evolucionado como una estructura pedagógica complementaria a las Sociedades de Menores, fortaleciendo el desarrollo integral de los jóvenes entre 10 y 15 años.
Es importante destacar que, si bien el Club de Conquistadores se inspiró en organizaciones juveniles externas, su enfoque principal siempre ha sido la salvación y el servicio, diferenciándose de otras iniciativas centradas únicamente en lo físico y externo. El objetivo central es guiar a los jóvenes en su crecimiento espiritual y formación en valores cristianos, a fin de prepararlos para un servicio dedicado a Dios y a la sociedad.
En resumen, el Curso de Consejeros del Departamento de los Ministerios Juveniles de la Unión Venezolana Oriental se enfoca en capacitar a los líderes juveniles adventistas para comprender y aplicar los principios fundamentales en la conducción de los jóvenes. El Club de Conquistadores es una herramienta valiosa que busca formar integralmente a los jóvenes, orientándolos hacia la salvación y el servicio, y ayudándolos a desarrollar una fe sólida en el contexto de los valores cristianos.
Pensamiento de hoy
- Elena G. White
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