Hoy nos adentramos en un tema de gran relevancia en la actualidad: la proliferación de curanderos y charlatanes en el ámbito de la salud. El interés del público por llevar una vida saludable ha llevado a un crecimiento significativo de prácticas alternas, algunas de las cuales son cuestionables. Además, se promueven tratamientos que prometen curaciones fáciles y rápidas, e incluso se difunden métodos «espirituales» de sanación asociados con la Nueva Era.
Para abordar este tema desde la perspectiva adventista, es fundamental recordar la posición de Elena G. White, quien fue clara en su rechazo a los «curanderos» de su época. Criticó las medicinas que pretendían curarlo todo y condenó el uso de «drogas» que eran, en realidad, narcóticos y venenos. Ella apoyó las leyes que protegían al público contra los médicos no calificados.
El enfoque adventista es promover una fe fundamentada sólidamente en la evidencia bíblica y del mundo natural, evitando sistemas religiosos que priorizan la experiencia subjetiva sobre una comprensión racional de Dios.
Es importante comprender que muchos de los curanderos se basan en creencias panteístas, y su éxito se debe en gran parte a trucos psicológicos. El público necesita ser escéptico y examinar cuidadosamente estas prácticas, en lugar de buscar singularidad y distinción personal.
El engaño y el ocultismo están presentes en muchas de estas prácticas, como la lectura fría, donde se ofrecen diagnósticos y remedios basados en trucos y preguntas dirigidas. Los pacientes pueden somatizar y aceptar diagnósticos sin fundamento. Además, existe un fenómeno conocido como el «Efecto P.T. Barnum», en el que las personas encuentran significativo cualquier enunciado vago que parezca personalizado.
Este tema también advierte que centrarse únicamente en los éxitos de estas prácticas puede llevar a una falsa ilusión de su efectividad. Además, muchas personas rechazan el uso de medicamentos convencionales y se sienten atraídas por supuestos tratamientos «naturales» que pueden contener sustancias químicas dañinas.
El artículo destaca la importancia de la protección contra el engaño y la necesidad de evaluar críticamente todas las prácticas de salud. Para ello, es esencial comprender los fundamentos panteístas y monistas que subyacen en muchas de estas creencias y prácticas.
Este análisis proporciona una perspectiva adventista sobre el auge de curanderos y charlatanes en el ámbito de la salud, destacando la importancia de la fe basada en la evidencia y el escepticismo informado como herramientas para discernir entre prácticas válidas y engañosas.
Muy buen artículo, lamentablemente muchos hermanos en la iglesia caen en las prácticas, tratamientos que no son nuestra filosofía, ni mucho menos que tengan respaldo científico, engañando a los hermanos y justificando sus tratamientos porque tienen una foto con algún líder de la iglesia, etcétera. Peor aún, presentándose como «médicos», terapeutas, quiroprácticos sin tener un aval académico y hasta dictando cursos a todos los hermanos sobre manipulaciones vertebrales, etcétera. Eso es engañar.
Es fantástico tener una biblioteca viva en el celular o computadora, dónde se evacúa cantidad de temas relacionados con nuestra doctrina y no solamente en ése sentido sino nos habre un panorama grandioso dé artículos de interés cómo cristiano
Bendiciones Narciso.