El testimonio es un tipo de publicidad en el que un presentador de televisión, por ejemplo, habla de un producto en su programa y afirma con convicción que lo uso y gusto. Este tipo de divulgación tiene un precio mayor que los anuncios vehiculados en los llamados “intervalos comerciales”, de los televisores o emisoras de radios. Los valores recibidos por los presentadores como retribución por un testimonio, generalmente son mantenidos en secreto para no herir la sensibilidad de los oyentes o telespectadores.
El testimonio que cada persona, en su día a día, da en relación con una idea o a un producto tiene más valor y fuerza de lo que se puede imaginar. En realidad, todos los esfuerzos que los anunciantes (fabricantes, comerciantes, prestadores de servicios, etc.) hacen, usando todos los medios posibles de divulgación (radio, TV, periódicos, etc..), tiene un objetivo principal: Hacer que el consumidor use el producto, guste de el y hable del mismo para todas las personas que viven alrededor. En este final de siglo y milenio, los medios de comunicación – radio, TV, revistas y diarios, están evolucionando a una velocidad tal, que no siempre nuestra mente puede asimilar todo.
¡Nada substituye al testimonio personal!
Una de las principales causas del encantamiento producido por la televisión es el uso abundante de la luz en la producción y transmisión de los programas de TV. La pantalla de un televisor tiene 1 millón de puntos de luz y ya existen pantallas con millones de millones de modernos puntos de luz. Estos puntos aumentan infinitamente la cualidad de la imagen. El desafío de los directores y productores de TV es reproducir lo real con lo irreal y, especialmente con el auxilio de la luz, alcanzan los resultados esperados.
Fue el mismo Salvador Jesucristo que declaro que nosotros somos la luz del mundo, en el Libro ‘El Discurso Maestro de Jesucristo’, pág. 38 leemos que “somos como porta luces en el camino al cielo”. Pero esta luz es real y está conectada directamente a la Fuente. “Todo el que esté relacionado con Dios impartirá luz a los demás”. “Dios exige que sus hijos brillen como luminarias en el mundo. No se exige que lo hagan solamente los ministros, sino todo discípulo de Cristo.” Servicio Cristiano. pág. 27 “Dondequiera se establezca una iglesia, todos los miembros deben empeñarse activamente en la obra misionera. Deben visitar a toda familia del vecindario, e imponerse de su condición espiritual.” Servicio Cristiano, pág. 17.
Los medios de comunicación pueden divulgar solamente, pero alguien tiene que hacer la entrega del producto. “A todo aquel que se hace partícipe de su gracia, el Señor le señala una obra que hacer por los otros. Cada cual tiene que ocupar su puesto, diciendo: “Heme aquí, envíame a mí”. – Servicio Cristiano, pág. 18.
Nada substituye el testimonio personal!
Pastor Siloé De Almeida.
Pensamiento de hoy
- Elena G. White
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