Descripcion
Dios pudo haber escogido ángeles no caídos como sus representantes en la Tierra. En lugar de eso, nos escogió a usted y a mí. “Cada verdadero discípulo nace en el reino de Dios como misionero. El que bebe del agua viva, llega a ser una fuente de vida” (El Deseado de Todas las Gentes, 166). Al leer esta obra, usted se confronta con un llamamiento a consagrarse al servicio de la ciencia de ganar almas. Es una lectura valiosísima para los ministros, educadores y líderes eclesiásticos. La aprecian mucho más quienes, en estrecha camaradería con Jesús, anhelan cumplir la comisión evangélica. Los tópicos incluyen la preparación personal, el entrenamiento, la metodología y la organización de los ministerios de salud y publicaciones. Cada hijo de Dios refleja la Luz del mundo a otros. En estas páginas de explica cómo pulir el espejo humano para que la verdad brille con mayor claridad, de modo que otros se vean atraídos a su belleza.
Pensamiento de hoy
- Elena G. White
Síguenos en las redes:
Telegram WhatsApp Facebook