Educando HIJOS II


El hogar es la primera y la más importante escuela. Allí los hijos reciben lecciones que los acompañarán por el resto de la vida. La enseñanza en el hogar debe comenzar bien temprano. A través de las actitudes correctas que los padres tienen, los niños desarrollan hábitos de obediencia, autodominio, respeto con lo que no le pertenece, obligaciones, gratitud, alegría, reverencia y pureza. Es también en el hogar que los niños necesitan aprender:

a) Orden: Manteniendo en su lugar los juguetes, libros, ropas, calzados, etc. Es necesario tener un lugar para cada cosa.

b) Aseo: Los niños deben aprender hábitos de higiene y de limpieza cuanto antes mejor.

c) Principios sobre salud: Conocer el cuerpo es saber como cuidarlo a través de principios que estudiaremos en la lección 8, como una buena alimentación, uso correcto del agua, entre otros.

d) Habilidades domésticas: A medida que crecen, tanto los niños como las niñas, deben recibir nociones básicas de arte culinario, tareas de rutina de la casa, como hacer pequeñas reparaciones.

e) Uso del dinero: De una mesada semanal para el niño y discuta con él, con claridad, que debe hacer con el dinero. Estimúlelo a planificar y economizar con inteligencia. Esto le ayudará a hacer evaluaciones, aceptar las consecuencias de sus decisiones y vivir con los problemas que eventualmente, éstas pueden traer.

1. Educación sexual

Generalmente los padres se muestran ansiosos acerca de este asunto, porque se sienten inseguros tanto en cuanto a lo que deben y como deben enseñar. Existen muchas informaciones equivocadas sobre el amor sexual que se exponen a través de los medios de comunicación.

La mayoría de los jóvenes se informan sobre el sexo en conversaciones con sus amigos, artículos en revistas, en Internet, por la TV. Un porcentaje menor se informa a través de hermanos programas de radio, escuela, libros, y charlas en la iglesia.

Pero en realidad, el joven prefiere aprender acerca del sexo con los padres, después con los amigos , después de las revistas, de los libros, de la web y de la TV.

Educación sexual no es una enseñanza solamente física, sino también y principalmente, formar conceptos al respecto de la sexualidad. A medida que los hijos se van desarrollando los padres deben dar orientaciones sexuales de forma natural y positiva de acuerdo a la edad. Estas enseñanzas sirven para:

a) Enseñarlos a dar y recibir amor. Padres inteligentes ayudan a sus hijos a progresar, sin dificultades, en todas las etapas, en ese proceso:

b) Ayudarlos a sentir satisfacción con su papel sexual. Significa lograr que los niños tengan una identificación saludable con el grupo masculino y las niñas con el grupo femenino. Ellos necesitan estar seguros del amor de los padres, de la forma que son.

c) Enseñarlos a respetar su propio cuerpo. Ninguna parte del cuerpo es fea, sucia o sin valor. Cada órgano tiene un objetivo especial y no deben ser tocados por cualquier persona, (debemos ser sabios en prevenir el abuso sexual).

d) Prepararlos para los cambios. Comprender y aceptar los cambios que ocurren en su propio cuerpo y en el del sexo opuesto.

e) Ayudarlos a conocer es admirar la vida como ella se inicia. La curiosidad de los niños es una oportunidad para enseñarles la historia del nacimiento de la forma que realmente es, con dignidad y respeto.

f) Enseñarles comportamiento. Si desde los primeros años de vida, la relación ellos fuese saludable, ellos aprenderán a respetar y aceptar las enseñanzas de los padres. La obediencia a los padres, sin el abuso de autoridad, puede ayudar a los hijos a desarrollar y aprender buenos comportamientos.

2. ¿Cómo disciplinar a los hijos en la forma correcta?

Disciplina no es castigo. Es enseñar el camino en que el niño debe andar. El objetivo es entrenarlo para saber autogobernarse. La disciplina debe comenzar cuando el niño comienza a demostrar su propia voluntad.

Los sentimientos de cordialidad, afecto y amor deben ser temperados con comprensión y autocontrol por parte de los padres. Si los límites no son impuestos al niño, no se sentirá amado, y esto le provocará inseguridad. El niño encuentra su verdadera libertad cuando descubre sus límites.

Métodos para la disciplina:
a) Comunicación: El niño estará en condiciones de hacer o dejar de hacer algo cuando se le comunique en forma clara, que es lo que de él se espera.

b) Reforzar: Cuando deseamos fortalecer el buen comportamiento, podemos reforzarlo con un beso, un elogio o puntuación. Esto aumenta la probabilidad de que repita el comportamiento. No confunda esta actitud con soborno.

c) Extinción: El mal comportamiento debe ser extinto. Existen dos cosas, entre otras que pueden motivar a los niños: Sus necesidades y carencias no suplidas y la propia reacción de los padres al mal comportamiento. Llevarlo a la extinción consiste en descubrir las necesidades que el niño esta teniendo y suplirlas, o descubrir nuestras reacciones que están reforzando la disciplina y cortarlas. Por ejemplo, si el niño grita cada vez que desea algo y los padres ceden, ellos deben dejar de realizar la voluntad del niño cuando él grita.

d) Consecuencias naturales: Es un método eficaz para comportamientos que tengan resultados desagradables, pero que no causen efectos severos. Eso es mejor que las peleas constantes, castigos y luchas por el poder.

e) Correcciones físicas: “El que detiene el castigo aborrece a su hijo, pero el que lo ama se esmera en corregirlo”. (Proverbios 13:24). A pesar de que algunas veces, es necesario aplicar un castigo físico, este debe ser el último recurso. Es importante saber que eso no promueve la autodisciplina, pero hace que el niño dependa de otras personas para su orientación.

Al disciplinar al hijo es necesario:

  • Focalizar el comportamiento inadecuado y no la dignidad personal del niño.
  • Permitir el debate, pero la decisión final es de los padres.
  • Hacer reglas cuya observancia sea exigida.
  • Ser flexible al cambio de reglas si es necesario.
  • Evitar amenazas. Hable una vez, entonces ejecute la disciplina sin rezongar.
  • Permita que, dentro de lo posible, el hijo asuma las consecuencias de sus decisiones.
  • Tener autocontrol y equilibrio. No actúe con rabia.
  • No permita que sus propios sentimientos reprimidos y sabias sean proyectados en el niño, que nada tiene que ver con esos asuntos.

3. El niño y la televisión.

¡Este atento! Los niños entre 2 y 5 años gastan aproximadamente, 23 horas por semana frente a la televisión, una actividad que absorbe tanto tiempo y ejerce una gran influencia en la formación del carácter.

El número de programas que promueven la violencia es grande. Los filmes y los dibujos animados muestran el crimen como una aventura honrosa y no como algo reprobable. Primero el niño se sienta y aprende a ser violento. Después, salen y juegan a simular la violencia aprendida, están ensayando. Más tarde cuando sean adultos, están listos para ponerla en práctica.

Si usted observa la frecuencia y la duración de los episodios violentos en los dibujos animados (acciones que causan dolor físico, sujetar a alguien por la fuerza, incapacitar o matar ya sea en defensa propia o intencional), va a descubrir que algunos de esos dibujos animados más populares entre los niños, como aquellos en que los personajes son bichitos, tiene más violencia que los de aventuras con monstruos. Esto trae como consecuencia que el niño pierda la noción del resultado de la violencia en la vida real, aceptando la agresión como la solución correcta para los conflictos de la vida.

La televisión, acostumbra, a defender la deshonestidad, el sexo ilícito, el divorcio, la delincuencia juvenil y los desvíos sexuales. La repetición constante de esas impresiones puede transformarse en hábitos que determinen el carácter.

La TV generalmente interrumpe la comunicación y genera pasividad e insensibilidad para con el sufrimiento humano. Esto puede ser bastante perjudicial.

Niños menores de diez años, no deberían estar más de media hora diaria en la TV. En esta fase es mejor para ellos, que se los incentive en juegos variados, o aprender pintura, dibujo, lectura, paseos, convivir con la naturaleza, etc. Con los hijos mayores, es necesario que los padres dialoguen acerca del contenido de los programas y den después sabias conclusiones. Pónganse de acuerdo en cuales son los programas que pueden ver.

4. El divorcio y los hijos.

Cualquier tipo de divorcio causará un dolor inevitable en los hijos. Muchos niños sufren graves trastornos psicológicos después de la separación de los padres. Esas dificultades pueden en la vida adulta como angustia intensa, depresión, dificultades sociales, problemas para conseguir el éxito, y buen relacionamiento entre otros.

Hijos de padres divorciados pueden ser más propensos a tener calificaciones más bajas en la escuela. Conseguir niveles inferiores de educación formal. Exhibir comportamiento de riesgo más elevado y ser más sensibles en situaciones difíciles de la vida.

El divorcio es muy perjudicial para los hijos porque:
a) Señala el colapso de estructura familiar.

b)
Disminuye la capacidad de cuidado de los padres.

c) Crea conflictos de lealtad en los hijos.

d) Provoca profunda inseguridad.

e) La ira y el resentimiento entre los padres crea un miedo intenso en los niños.

Si el divorcio parece inevitable…

  • Busque otra perspectiva en relación a lo que esta equivocado en su matrimonio.
  • Sea sincero y esté dispuesto a admitir que sus faltas también contribuyeron para que el relacionamiento llegue a ese punto crítico.
  • No piense que el divorcio resolverá los problemas.
  • Acepte el hecho de que todos los matrimonios pasan por momentos de crisis y tienen sus problemas.
  • Tenga paciencia, firmeza, sabiduría y coraje.
  • Tome la iniciativa de buscar una solución para sus problemas conyugales.
  • Recuerde que para hacer que un matrimonio funcione, es necesario COMPROMISO Y DISPOSICIÓN PARA CAMBIAR. Sus hijos se lo agradecerán.
Pero si en su caso el divorcio es irreversible, no piense por eso, que todo esta acabado. Acérquese todo lo que sea posible a sus hijos, sea proveedor y un buen ejemplo para ellos. Invierta mucho tiempo en ellos. Un matrimonio puede acabar, pero los hijos nunca dejan de ser hijos.

Como usted puede ver para que la educación de los hijos tenga éxito, es necesario que la paternidad sea un trabajo continuo. El precio es alto, pero el valor no es monetario. Le costará esfuerzo, dedicación y principalmente, su tiempo con calidad. Pero sabía que no existe tiempo de “calidad” que sustituya la gran cantidad de tiempo, que usted tiene que invertir a favor y en la compañía de su hijo.

Dios esta dispuesto a ayudarle a ser un ejemplo y un incentivo adecuado para sus queridos hijos, porque Él los ama más que usted mismo.

LEA MÁS acerca del tema que estudiamos.
Ayudando a los hijos la sobrevivencia del divorcio. Archibald D. Hart, editora Mundo Cristiano.
Fundamentos sobare educación cristiana, Elena de White, Editorial Casa Publicadora Brasilera.
Ser madre, ¿Qué es? Elena de White, Editorial Casa Publicadora Brasilera.
¡Socorro tenemos hijos! Bruce Narramore, Editorial Mundo Cristiano.

MOMENTO de REFLECCIÓN

1. Relea los ítems estudiados acerca de las bunas costumbres que debemos enseñar a nuestros hijos y evalúe si usted necesita poner en práctica alguno que todavía falta.

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2. Recuerde como fue su educación sexual y evalúe los puntos negativos. A partir de ahí, piense como puede usted conversar con su hijo sobre este tema de manera clara y educativa a fin de que ellos sean instruidos de la mejor forma posible. Haga sus consideraciones abajo.

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3. ¿Cómo acostumbra a disciplinar a sus hijos? Compare con lo que acaba de aprender y evalúe si su forma de disciplina debe ser modificada para una mejor enseñanza.

Fuente: Esperanzaweb

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- Elena G. White


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