La Dieta Vegetariana
Existen múltiples motivos por los cuales se empieza a seguir una dieta vegetariana, ya sea por razones éticas, de salud o creencias religiosa.
El Creador incluyó en su obra una gran variedad de ingredientes que permiten una abundancia de posibilidades para la creación culinaria. A medida que la práctica de este arte se hace cotidiano se descubre la riqueza de colores, sabores, texturas y aromas que van amenizando la opción vegetariana. El resultado en el individuo suele ser una mayor vitalidad, menos problemas de peso, piel más sana, menos estreñimiento y menores riesgos de enfermedades cardiovasculares y cáncer.
Algunos Principios
Una vez descubierto los placeres de la comida vegetariana, existen ciertos peligros dietéticos que pueden evitarse con un poco de información. A pesar de la popularidad alcanzada por este régimen alimentario y del buen conocimiento general sobre nutrición, existen todavía algunas interrogantes de cómo aprovechar al máximo los alimentos.
Resolviendo estos interrogantes, la experiencia vegetariana resultará beneficiosa y satisfactoria. Si siempre ha sido vegetariano, seguramente ya sabe cómo satisfacer todas sus necesidades nutricionales, pero todos aquellos que desean cambiar a una dieta sin carne, deberán tener en cuenta algunos puntos importantes.
- Es perfectamente posible y en absoluto difícil, llevar una vida sana siguiendo una dieta vegetariana. La clave del éxito radica en la variedad: consuma la máxima variedad posible de alimentos y su organismo recibirá todos los nutrientes básicos necesarios.
- Incluya en su dieta cereales, legumbres, hortalizas, frutas y, si no es estricto, huevo y productos lácteos.
- Numerosos estudios demuestran que en aquellas sociedades con una dieta alta en fibra y alimentos sin refinar, y bajos en sal y azúcar, se dan menos casos de hipertensión arterial, menos enfermedades cardiacas e intestinales (incluido el cáncer) y menos diabetes y cálculos biliares. Los alimentos completos y sin refinar son mucho mejores. (El término “sin procesar” resulta inexacto, pues la mayoría de los alimentos básicos deben someterse a algún proceso antes de su consumo: entre ellos la pasta, el arroz, numerosos cereales y el pan).
- Es de vital importancia comprar productos que sean lo más frescos posibles, de modo que los nutrientes permanezcan inalterados. Por esta razón, y por motivos económicos, es aconsejable comprar y comer las verduras y frutas de la temporada, cuando están en su máximo grado de maduración y son más económicas.
- También resulta práctico congelar las frutas y verduras estivales, elaborar salsa de tomate y pimiento y purés de bayas y frutas, para disfrutar del verano en cualquier época del año.
Pensamiento de hoy
- Elena G. White
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