La Escuela Sabática se le ha llamado adecuadamente el corazón de la iglesia. Sin embargo, en algunas iglesias la asistencia, la puntualidad o la participación de sus miembros han venido disminuyendo considerablemente.
Algunos dirigentes bien intencionados se preguntan, ¿qué hacer para que las escuelas sabáticas sean vivas, dinámicas y atractivas para sus miembros? ¿Cómo puedo enriquecer la Escuela Sabática? ¿Cómo ayudarla a cumplir su propósito principal de “ser uno de los instrumentos más grandiosos y eficaces para traer personas a Cristo”?
“Se debe pedir sabiduría a Dios, y se deben hacer planes para dirigir las reuniones de manera que sean interesantes y atrayentes. Dejemos al Espíritu de Dios entrar en nuestro corazón, y él apartará toda árida formalidad”. (JT 1, “Colaboradores de Cristo” –Reuniones interesantes).
Pensamiento de hoy
- Elena G. White
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