Haremos un ejercicio pequeño. Cierre los ojos y eche a volar su imaginación por un momento. Imagine que está visitando la iglesia ideal. ¿Cómo sería? Va entrando en la puerta principal. ¿Qué ve? ¿Qué imagina?
En su mente, sigue entrando más y más a esta iglesia. ¿Qué está sucediendo? ¿Qué se imagina?… Ya puede abrir los ojos. Cuando se imaginó en la iglesia ideal, ¿pensó en un edificio? ¿Tuvo la imagen mental de un templo impresionante, bello, bien amueblado y decorado?
No es malo que una iglesia tenga un edificio y que sea bello y atractivo. Sin embargo hay otras cosas mucho más importantes para la salud de una iglesia. Muchas veces no cooperamos con nuestra iglesia, nuestra iglesia puede crecer a través del evangelismo, pero no olvide debe usted tener una íntima relación con Dios, si usted está mal, su iglesia también lo estará!
Pregúntese:
¿Qué mueve a mi iglesia?
- ¿La tradición?
- ¿Las finanzas?
- ¿Los programas?
- ¿La Misión?
Pensamiento de hoy
- Elena G. White
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