Esto no es un juego. Es una manifestación diabólica.
El objetivo del juego es invocar el espíritu de un demonio. El nombre de este espíritu o demonio es Charlie.
Como cristianos debemos entender el peligro que estamos corriendo con estas cosas. Satanás no juega, él sabe que le queda poco tiempo.
El objetivo del juego es invocar el espíritu de un demonio. El nombre de este espíritu o demonio es Charlie.
Como cristianos debemos entender el peligro que estamos corriendo con estas cosas. Satanás no juega, él sabe que le queda poco tiempo.
«No le des lugar al Diablo» (Efesios 4:7)
«Estén siempre atentos y listos para lo que venga, pues su enemigo, el diablo, anda buscando a quien destruir. ¡Hasta parece un león hambriento! Resistan los ataques del diablo; confíen siempre en Dios y nunca duden de él.» (1 Ped.5:8-9)
Pensamiento de hoy
- Elena G. White
Síguenos en las redes:
Telegram WhatsApp Facebook