“El Espíritu Santo era el más elevado de todos los dones que podría solicitar de su Padre para la exaltación de su pueblo. El Espíritu iba a ser dado como un agente regenerador, y sin esto el sacrificio de Cristo habría sido inútil. El poder del mal se había estado fortaleciendo durante siglos, y la sumisión de los hombres a este cautiverio satánico era asombrosa. El pecado podía ser resistido y vencido únicamente por la poderosa intervención de la tercera persona de la Divinidad, que iba a venir no con energía modificada, sino en la plenitud del poder divino. El Espíritu es el que hace eficaz lo que ha sido realizado por el Redentor del mundo. Por el Espíritu es purificado el corazón. Por el Espíritu llega a ser el creyente partícipe de la naturaleza divina. Cristo ha dado su Espíritu como poder divino para vencer todas las tendencias hacia el mal, hereditarias y cultivadas, y para grabar su propio carácter en su iglesia’’ (El Deseado de todas las gentes, pág. 625).
«Puesto que éste es el medio por el cual hemos de recibir poder, ¿por qué no tener más hambre y sed del don del Espíritu? ¿Por qué no hablamos de él, oramos por él y predicamos respecto a él? El Señor está más dispuesto a dar el Espíritu Santo a los que le sirven, que los padres a dar buenas dádivas a sus hijos. Cada obrero debiera elevar su petición a Dios por el bautismo diario del Espíritu. Debieran reunirse grupos de obreros cristianos para solicitar ayuda especial y sabiduría celestial para hacer planes y ejecutarlos sabiamente. Debieran orar especialmente porque Dios bautice a sus embajadores escogidos en los campos misioneros con una rica medida de su Espíritu. La presencia del Espíritu en los obreros de Dios dará a la proclamación de la verdad un poder que todo el honor y la gloria del mundo no podrían conferirle ‘
Contenido
- 1. Su amigo, el Espíritu Santo
- 2. La obra del Espíritu Santo
- 3. El Espíritu Santo y la persuasión
- 4. El Espíritu Santo y la conversión
- 5. El Espíritu Santo y la purificación
- 6. La crisis de la entrega
- 7. El Espíritu Santo y la comisión evangélica
- 8. Cómo recibir el bautismo del Espíritu Santo
- 9. La búsqueda de lo sensacional
- 10. El don de lenguas
- 11. El mensaje del cuarto ángel
Excelente libro. Mi amigo el Espíritu Santo. Lo necesito, gracias.