1. Renueva tu fe – recordar, como Gabriel dijo, «nada es imposible para Dios» (Lc 1, 37). ¿Usted ha vivido, de hecho, como los que creen que su Dios puede hacer cualquier cosa?
2. Renovar su compromiso con Dios – recordando, como dijo María, es importante que «hágase conmigo conforme a tu palabra.» (Lc 1,38). ¿Has dado prioridad a la voluntad de Dios en todo, amando «al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.»(Lucas 10:27)? ¿Ha buscado «primeramente el reino de Dios y su justicia» Mateo 6:33)?
3. Adore al Señor – como dijo María, que sus labios digan, «Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.» (Lucas 1:47). ¿Has adorado a Dios «en espíritu y en verdad» (Juan 4:24)?
4. Confie en que gracia de Dios está presente en su vida – a saber, como dijo María, que «Y su misericordia es de generación en generación. A los que le temen.» (Lc 1:50). ¿Has vivido como quien sabe que la compasión de Dios es absoluta para aquellos que lo buscan en el arrepentimiento?
5. Recuerde que la presencia de Jesús trae alegría – como el ángel dijo a los pastores: «Os anuncio una gran alegría» (Lucas 2:10). ¿Usted ha experimentado la alegría que es «fruto del Espíritu» (Gálatas 5: 22-23)? El que viene «porque sus nombres están escritos en el cielo» (Lucas 10:20)? ¿Deja que su animo sea guiado más por el dolor causado por las dificultades de la vida o la alegría causada por el hecho de que Jesús te ha dado la vida eterna?
6. Piense en quién es Jesús – como el ángel les dijo: «que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.» (Lc 2:11). ¿Se puede entender el profundo significado y propósito práctico de haber sido elegido y llamado por Aquel que salva y quién es el Señor del universo?
7. Glorifique a Dios – como los ángeles cantaron: «Gloria a Dios en las alturas» (Lc 2, 14). ¿Usted ha glorificado al Señor no sólo con los labios, mas con cada actitud?
8. Piense en cómo usted ha contribuido a la paz entre las personas – como los ángeles cantaron: «!!Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!» (Lc 2,14).¿ Usted ha sido un constructor de paz (Mt 5, 9), una paz desbordante que es «fruto del Espíritu» (Gálatas 5: 22-23), o ha sido agresivo, promoviendo discordias, usando la lengua para el mal, haciendo intrigas, inflamado corazones, estimulados conflictos, alimentando las polémicas, complaciéndose en la controversia?
9. Analice como esta su vida hoy – «Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, Conforme a tu palabra;» (Lucas 02:29). ¿Usted sería capaz de decir hoy a Dios que puede irse en paz de esta vida, porque su tiempo en la tierra valio la pena? ¿Ha vivido cada día como si fuera el último? ¿Has bendecido al projimo? ¿Has perdonado? ¿Han construido vidas? ¿Usted ha dejado un legado? ¿Vivió sus años amando, ayudando, bendiciendo, dedicándose? En pocas palabras, ¿su vida ha dado sus frutos dignos de ser presentado ante el Creador? Si no es así … ¿qué estás esperando?
La encarnación de Cristo nos lleva a muchas reflexiones. Pero la reflexión no es suficiente, sólo pensamos y no tomamos ninguna acción a partir de las conclusiones a que hemos llegado. ¿¿Algo no está bien? ¿Es necesario mejorar? ¿Hay que subir nuevas alturas? La hora es esta.
Y que, por encima de todo, la Navidad sirva para recordar la máxima verdad de la vida: «Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.»(Romanos 11:36).
Lo tienen en PDF?