¿Qué significa la palabra Reformista?

En realidad la palabra reformista viene de «reforma» y es una palabra muy buena si se usa correctamente.

Pero también se puede usar mal si se saca fuera de contexto, existen muchos grupos separatistas desligados de la iglesia, que se dicen que son «Reformistas».

Mientras que dentro de la misma iglesia está palabra se ha usado en un sentido peyorativo para atacar a aquellos que predican cosas que no son muy agradables al pueblo; ambos extremos han pervertido el significado correcto de la palabra reforma o reformista.

¿Que es reforma?

Es levantar en alto las verdades que han sido olvidadas, reforma o hacer de nuevo, reparar algo destruido. Nótese que un reformador nunca enseña algo nuevo y extraño, solo levanta las verdades olvidadas y pisoteadas por el pueblo.

Todos los profetas fueron reformadores, mandaban al pueblo de nuevo a las Escrituras, cuando las verdades habían sido pisoteadas por el pueblo, Dios levantaba a sus profetas como reformadores, por Ejemplo Juan el Bautista fue un reformador.

“Respondiendo Jesús, les dijo: A la verdad, Elías viene primero, y restaurará todas las cosas. Mas os digo que Elías ya vino, y no le conocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron; así también el Hijo del Hombre padecerá de ellos. Entonces los discípulos comprendieron que les había hablado de Juan el Bautista.”‭‭ S. Mateo‬ ‭17:11-13‬ ‭RVR1960‬‬

También la reforma protestante del siglo XVI surgió con un solo objetivo, y fue de rescatar verdades que habían sido ocultadas por la iglesia católica durante mucho tiempo, se cree que el levantamiento de la forma fue uno de los golpes más fuertes que haya sufrido la iglesia romana. Pero la reforma sigue:

Elena White reconocía que la reforma sigue hasta el final, esto incluye el ministerio y la obra profética en Elena White.

«La Reforma no terminó, como muchos lo creen, al concluir la vida de Lutero. Tiene aún que seguir hasta el fin del mundo. Lutero tuvo una gran obra que hacer: la de dar a conocer a otros la luz que Dios hiciera brillar en su corazón; pero él no recibió toda la luz que iba a ser dada al mundo. Desde aquel tiempo hasta hoy y sin interrupción, nuevas luces han brillado sobre las Escrituras y nuevas verdades han sido dadas a conocer. – {CS 138.2}

Elena White también reconoce que todo verdadero discípulo de Cristo es un reformador.

«La muerte antes que el deshonor o la transgresión de la ley de Dios, debiera ser el lema de todo cristiano. Como pueblo que profesa estar constituido por reformadores que atesoran las más solemnes y purificadoras verdades de la Palabra de Dios, debemos elevar la norma mucho más alto de lo que está puesta actualmente. El pecado y los pecadores que hay en la iglesia deben ser eliminados prestamente, a fin de que no contaminen a otros. La verdad y la pureza requieren que hagamos una obra más cabal para limpiar de Acanes el campamento. No toleren el pecado en un hermano los que tienen cargos de responsabilidad. Muéstrenle que debe dejar sus pecados o ser separado de la iglesia». – {CPI 196.3}

Un reformador no solo levanta las verdades en alto, también desenmascara el pecado, tanto dentro de la iglesia como en el mundo. Notemos la siguiente cita:

«En cada generación Dios envió siervos suyos para reprobar el pecado tanto en el mundo como en la iglesia. Pero los hombres desean que se les digan cosas agradables, y no gustan de la verdad clara y pura. Muchos reformadores, al principiar su obra, resolvieron proceder con gran prudencia al atacar los pecados de la iglesia y de la nación. Esperaban que mediante el ejemplo de una vida cristiana y pura, llevarían de nuevo al pueblo a las doctrinas de la Biblia. Pero el Espíritu de Dios vino sobre ellos como había venido sobre Elías, impeliéndole a censurar los pecados de un rey malvado y de un pueblo apóstata; no pudieron dejar de proclamar las declaraciones terminantes de la Biblia que habían titubeado en presentar. Se vieron forzados a declarar diligentemente la verdad y señalar los peligros que amenazaban a las almas. Sin temer las consecuencias, pronunciaban las palabras que el Señor les ponía en la boca, y el pueblo se veía constreñido a oír la amonestación». – {CS 591.4}

«Siempre debe quedar de manifiesto que somos reformadores, pero no fanáticos». {Ev 109.4}

«Nosotros somos reformadores. Se supone que nuestro proceder representa el carácter de la perfecta humanidad, el carácter puro y elevado de Cristo. Cuando esto sea verdad entre nosotros, incluiremos en las grandes responsabilidades un propósito bien establecido de integridad estricta en las cosas pequeñas. Todo corazón santificado siempre revelará principios santificados.—Manuscrito 169, 1899. – {MM 223.2}

La palabra reforma puede aplicarse a un cambio de ideas y teorías, un cambio de nuestra vida.

«Deben producirse un reavivamiento y una reforma bajo el ministerio del Espíritu Santo. El reavivamiento y la reforma son dos cosas diferentes. El reavivamiento significa una renovación de la vida espiritual, un avivamiento de las facultades de la mente y el corazón, una resurrección de la muerte espiritual. La reforma significa una reorganización, un cambio en ideas y teorías, en hábitos y prácticas. La reforma no producirá el buen fruto de justicia a menos que esté conectada con el reavivamiento del Espíritu. El reavivamiento y la reforma han de hacer su obra designada, y al hacerlo, deben fusionarse».—The Review and Herald, 25 de febrero de 1902. – {EUD 162.2}

*NOTA: Es recomendable que antes que use una palabra, primero busque en un diccionario su significado, o pregunté a un profesional; nunca diga una palabra solo porque se le oyó a otro; investigue por usted mismo, no deje que otro le manipule su mente, no importa de quién se trate, sea inteligente.

Autor Rafael Díaz

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- Elena G. White


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