Es impresionante la capacidad que el diablo tiene que promover falsificaciones. Dios creó un día de reposo, el enemigo fue allí e inventó el suyo. Dios estableció un pueblo fiel a la Biblia para ser Su representante en la Tierra, el enemigo promovió la multiplicación de iglesias y credos para confundir a las personas. Dios concedió dones para capacitar a la iglesia a predicar el evangelio, incluso en tierras extranjeras y culturas más diversas, el enemigo estimuló estados mentales de trance y emocionalismo vacío y llamó a eso don. Jesús dejó claras señales bíblicos que apuntan a su segunda venida, Satanás esparció «placas falsas» por el camino, con el objetivo de crear confusión y desensibilizar a las personas. La falsa profecía del momento dice que habrá algo espectacular el 23 de septiembre. Sí, en menos de diez días.
Varios líderes cristianos evangélicos e incluso católicos han divulgado información acerca de un arrebatamiento o incluso de una gran catástrofe por caer sobre la Tierra. El mes pasado, el periódico The Washington Post entrevistó a varios estudiosos tema y aprovecharon como un «gancho» del eclipse reciente que también fue nombrado como «señal del fin.» Gary Ray, de la revista Unsealed , especializado en profecías, dijo al Post de que es imposible pasar por alto que la alineación de las estrellas, el sol y la luna en la noche del 23 tiene similitudes con la profecía de Apocalipsis 12. ¿Es verdad?
Apocalipsis 12 trae la descripción simbólica de una mujer vestida de blanco, con la Luna bajo los pies y el Sol y doce estrellas sobre la cabeza. El próximo día 23, la constelación de Virgo asumirá una configuración similar a la de la descripción de la mujer de Apocalipsis 12. Y, para incendiar aún más la imaginación de los intérpretes, el planeta Júpiter «saldrá» de la «barriga» de la constelación en esos días.
Hace tiempo que la gente confunde astronomía con la astrología y crean historias milagrosas que involucran alineaciones planetarias. La astrología es pseudociencia y las alineaciones de los planetas no tienen nada que ver con las profecías bíblicas. Algunos llegan al punto de decir que la estrella que condujo a los magos de Oriente a Jesús habría sido, en realidad, un raro fenómeno astronómico que envolvía la alineación planetaria. Sólo que no hay evidencia alguna de ello. En su libro El Deseo de todas las naciones , la escritora inspirada Ellen White dice que esta estrella era en realidad un grupo de ángeles brillantes, lo que tiene mucho más sentido ya que no hay registros astronómicos de tal estrella y que ella se movia guiando a los magos.
Un líder evangélico dice creer que las 12 estrellas mencionadas en la profecía apocalíptica son, en realidad, la constelación de León (que tiene nueve estrellas) más los planetas Venus, Marte y Mercurio, alineados a ella. Para él, esa es una de las señales de que el rapto está muy cerca de suceder. Es que las personas como él parten de un error de interpretación y buscan falsas evidencias para justificarlo. En ningún lugar la Biblia habla del arrebatamiento secreto del pueblo de Dios antes de la segunda venida de Cristo.
En 1 Tesalonicenses 4:15 a 17, el apóstol Pablo escribió: «Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.»
¿Ha percibido la claridad del texto? Los muertos no ir al cielo delante de los vivos, ni los vivos precederán a los que murieron. Todos los salvos, los resucitados y los transformados, irán al Cielo al mismo tiempo. ¿Cuándo? En el regreso de Jesús, no antes. ¿Cómo? Visiblemente, no secretamente. Esto es lo que la Biblia enseña. Por lo tanto, los que asocian esa alineación planetaria al tal arrebatamiento secreto parten de una premisa equivocada y añaden más errores sobre ella.
El doctor Danny Faulkner, astrónomo que trabaja con el ministerio Answers in Genesis, recuerda que ese sería un evento muy raro, que ocurre sólo una vez cada siete mil años. Por eso, Faulkner admite que aunque pueda parecer especulativo «ese período de tiempo entre 2017 y 2024 tiene mucho sentido». Es decir, sería el período entre el comienzo de la gran tribulación y el fin de los siete años que precedían al regreso de Jesús. Pura ficción sin base bíblica.
La secuencia de huracanes y los terremotos seguidos ocurridos en las últimas semanas también vienen siendo señalados como «señales del fin». No que no sean, ya que Jesús menciona en Mateo 24 el aumento de catástrofes como indicativo de la proximidad de Su venida, pero relacionar eso con el eclipse y la alineación planetaria es realmente forzar la barra. Recuerde que el mismo Jesús nos advirtió a no quedarnos ansiosos en cuanto a fechas y dijo también que nadie sabe el día ni la hora en que vendrá. Nuestra fe en la segunda venida de Cristo no debe depender de eventos especulativos ni estar vinculada a un tiempo. Debemos creer simplemente porque fue nuestro Maestro quien prometió volver, y Él nunca miente.
¿Sabe quién tiene gran interés en esas agitaciones momentáneas que vienen y van? Sí, él mismo. El creador de falsificaciones. Satanás sabe que tiene poco tiempo. Él, que conoce bien la Biblia, sabe que el regreso de Jesús se acerca y que las verdaderas señales de ella están ahí. Por lo tanto, busca distraer a la gente. El esparce esas falsas noticias, crea falsas señales para agitar a las multitudes. Una vez que las fechas anunciadas pasan ¿sabe lo que pasa? Desánimo e incredulidad. La gente comienza a desconfiar de todas las profecías. Comienza a creer que el fin nunca vendrá. Se vuelven insensibles a las verdaderas advertencias. Y eso es todo lo que el diablo quiere.
No caiga en esas especulaciones sensacionalistas. Estudie la Biblia y busque información confiable. Entregue la vida a Cristo y viva en comunión con Él. Así usted estará siempre listo para la segunda venida de Él. Suceda cuando suceda.
Pensamiento de hoy
- Elena G. White
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