Siempre he creido que la música tiene una grande influencia sobre el ser humano y sobre la sociedad, y no pienso retractarme de la postura que tengo en el perjuicio de la influencia que deja la música mundana.
Si nos pusiéramos a observar a los rockeros, emos, punkeros, raperos, reguetoneros y demás estilos de vida, llevan ese estilo de vida gracias a esas músicas. ¿Qué sería de los rockeros sin sus músicas pesadas? ¿Qué sería de los emos sin sus músicas tristes? ¿Que sería de los punkeros sin sus músicas rebeldes y agresivas? ¿Qué sería de los raperos sin sus letras improvisadas? ¿Qué sería de los reguetoneros sin sus rimas sensuales? Pienso yo que estos estilos de vida no existieran si no existieran tales ritmos musicales, porque gracias a la existencia de estas músicas es que hay jóvenes metidos en esos mundos musicales.
Entonces cuál es el problema, ¿La música no debería existir? ¿La música es mala? ¡No! La música no es mala, y tal vez muchos me puedan tratar de loco, paranoico, demente y de lo que quieran, pero quien está detrás de esto es Satanás, el enemigo de las almas.
Quien conoce la historia bíblica sabe que Satanás fue expulsado del cielo a causa de su rebeldía. Pero antes de ser expulsado él era quien comandaba las huestes celestiales; él era el máximo líder que se encontraba por debajo de Cristo; y por ende, él era quien dirijía la música y el coro celestial en el cielo.
La escritora Ellen White comenta.-
Entre ellos había continua discordia y acerbas recriminaciones. Antes de su rebelión estas cosas eran desconocidas en el cielo. Satanás consideró entonces las terribles consecuencias de su rebelión. Se estremeció, y tuvo miedo de enfrentar el futuro y vislumbrar el fin de todas estas cosas.
Había llegado la hora de entonar felices cantos de alabanza a Dios y a su amado Hijo. Satanás había dirigido el coro celestial. Había dado la nota; luego toda la hueste angélica se había unido a él, y entonces en todo el cielo habían resonado acordes gloriosos en honor de Dios y su amado Hijo. Pero ahora, en vez de esos dulcísimos acordes, palabras de ira y discordia resonaban en los oídos del gran rebelde. ¿Dónde está él? ¿No es acaso todo esto un horrible sueño? ¿Fue expulsado del cielo? ¿Nunca más se abrirán sus puertas para permitirle entrar? Se acerca la hora de la adoración, cuando los santos y resplandecientes ángeles se postran delante del Padre. Nunca más se unirá al cántico celestial. {Historia de la Redención, pág. 25}
El problema no es la música sino en cómo se la emplea. La música no puede ser mala porque ella viene del cielo y al venir del cielo es de origen divina, sin embargo al Diablo siempre le ha gustado corromper todo lo que es bueno y usarlo para sus fines de crueldad. Es un hecho de que Satanás usa la música para corromper a muchas almas.
Ellen White ya comentaba sobre esto.-
Las cosas que han ocurrido en el pasado también acontecerán en el futuro. Satanás convertirá la música en una trampa, debido a la forma en que es dirigida. Dios exhorta a su pueblo, que tiene la luz ante sí en la Palabra y los testimonios, a que lea y considere, y luego que obedezca. Se han dado instrucciones claras y definidas a fin de que todos comprendan. Pero la comezón que experimentan ciertas personas por originar alguna cosa nueva, determina el surgimiento de doctrinas extrañas y destruye en gran medida la influencia de aquellos que podrían ser un poder para realizar el bien, si mantuvieran firme su confianza en la verdad que el Señor les ha dado.
Carta 132, 1900; Mensajes Selectos 2:43
Y no es sólo preocupante que la sociedad y los jóvenes del mundo escuchen tales músicas mundana y se adapten a esos estilos de vida. Lo preocupante también es ver cómo los jóvenes y adultos cristianos se unen a esta práctica. Siempre lo digo. Y siempre voy a decir esto: «Cristiano que escucha música mundana aún no ha madurado espiritualmente». ¿Y por qué? La respuesta es sencilla: «No se puede servir a dos señores» (Mateo 6:24).
Es imposible que un hombre intemperante sea cristiano, porque las facultades superiores son puestas en esclavitud de las pasiones. {3TI, pág. 60}
¿Por qué mejor no mirar a Cristo? ¿Por qué mejor no dejar esas prácticas y mejor involcrarnos en músicas celestiales? El cambio de estilo de vida realmente valdrá la pena. Concluyo con el siguiente versículo.-
Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.
2 Corintios 3:18
Por: Richard Vargas
Bueno no se mucho del tema de la musica, pero se que es muy dificil hablar de esto.
Yo quiero saber como afecta la musica al cuerpo, es decir, el ritmo, melodia y armonia como afectan cuerpo,alma y espiritu.