Continuación de la parte 1: “Siria, Damasco, Isaías 17, Apocalipsis 16:12 y 16, el rio Éufrates y el fin del mundo.”
6) El Armagedón.
Hay una teoría que indica que el Armagedón que se describe en la sexta plaga, en Apocalipsis 16:16, tiene que ser una batalla literal en un lugar geográfico literal (Monte de Meguido). Basan parte de este razonamiento en que, si las primeras cuatro plagas son literales, entonces las tres siguientes (incluida la sexta, donde se habla del Armagedón) deben serlo también. Sin embargo, si decimos esto estamos forzando el texto al decir algo que el texto no dice. Si el Armagedón es una guerra literal entre naciones en el Monte de Meguido, entonces el río Éufrates tiene que ser literal también y tampoco podría ser aplicado a Turquía, siendo que esto sería darle un significado simbólico al Éufrates. También el “dragón”, “la bestia” y el “falso profeta” de Apocalipsis 16:13 deberían ser entonces literales, y no simbólicos. Sin embargo, nuevamente insisto, hacer esto, forzaría el texto y su correcta interpretación.
¿Qué es la Batalla del Armagedón entonces y dónde se librará?
¿Es una batalla literal librada entre dos bandos enemigos que afectan indirectamente al pueblo de Dios? ¿O es una batalla entre Dios (junto a Su pueblo) y el diablo (junto a los suyos)?
Antes de ir al texto bíblico, quisiera que veamos algunas citas interesantes de Ellen White, que hablan al respecto:
“Necesitamos estudiar el derramamiento de la séptima copa. Los poderes del mal no abandonarán el conflicto sin lucha. Pero la Providencia tiene una parte que realizar en la batalla del Armagedón. Cuando la tierra sea iluminada con la gloria del ángel de Apocalipsis 18, los elementos religiosos, buenos y malos, despertarán de su somnolencia y los ejércitos del Dios viviente tomarán el campo” {MSV 255}
“Cada cual deberá estar de uno o de otro lado de la contienda. La batalla del Armagedón se librará, y aquel día no debe encontrar a ninguno de nosotros durmiendo.” {MSV 255}
“Pronto se ha de pelear la batalla de Armagedón. Aquel sobre cuya vestidura está escrito el nombre Rey de reyes y Señor de señores, ha de encabezar pronto los ejércitos del cielo.” {3JT 13}
De acuerdo con estas citas, es claro que sólo hay dos bandos, y uno de ellos es liderado, encabezado por Jesús (“Rey de reyes y Señor de señores”). Eso significa que el Armagedón no puede ser una lucha entre Israel terrenal (que es enemigo de Dios) y las demás naciones (que también son enemigas de Dios). Ni entre Estados Unidos (enemigo de Dios, junto a sus aliados) y Rusia (enemigo de Dios, junto a sus aliados).
El Armagedón es como lo dice el versículo 14 de Apocalipsis 16: “la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso” (no una batalla entre naciones). El versículo 13 del mismo capítulo dice que el dragón, la bestia y el falso profeta, “van a los reyes de la tierra en todo el mundo”, para reunirlos para esa batalla.
Esto no quita que ese conflicto se desarrolle en medio de un caos político entre las naciones, pero ese caos político no es el Armagedón religioso que la Biblia menciona. Las naciones harán guerra contra Dios y Su pueblo: “Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles.” (Apocalipsis 17:14).
Siendo que la Batalla del Armagedón es una batalla espiritual, no podemos ubicarla geográficamente en un lugar, diciendo que será una batalla que se librará en el Monte de Meguido. La batalla se desarrollará realmente en cada rincón de este mundo.
¿Por qué entonces se le da el nombre Armagedón a ese lugar?
Realmente Armagedón, tal como lo dice el mismo Juan, es una transliteración del hebreo. En hebreo sería probablemente Monte de Meguido. Sin embargo, Meguido no es un monte, sino un valle, por lo tanto, tiene que ser una referencia a un monte que se encuentra en ese valle.
¿Cuál será el monte y qué significado tiene?
Este Armagedón, podría no representar un sólo lugar, sino varios, que apuntaban a la anti típica batalla de Dios y sus hijos vs. Satanás y los suyos. Estos lugres mencionados podrían ser: a) Monte Carmelo, en vista a la llanura o valle de Meguido, y sus aplicaciones de la batalla entre Barak/Débora y Sísara, y la batalla entre Elías [Tisbita] y los falsos profetas. b) Monte Sion o Jerusalén, de Zacarías 14:2, como un anticipo de lo que mil años más tarde ocurrirá literalmente en un “lugar”, cuando descienda la Nueva Jerusalén, y Satanás y los suyos la rodeen para luego ser destruidos por Dios. c) Monte próximo al valle de Josafat. Este último no existe (por lo menos no hay registros), pero su nombre apela a comprender lo que ocurre en ese valle: Jehová juzga.
Lo más probable es que Armagedón sea una referencia al Monte Carmelo, o una alusión a la misma Jerusalén.
Por otro lado, Armagedón implica también dos periodos: Uno de preparación para la batalla (Ap 16:13, 14; 17:13), que comienza en el valle (Joel 3:14), y otro de la batalla misma (Ap 16:16; 17:14) que se desarrolla en el monte.
Apocalipsis 16:13-15, corresponde cronológicamente a un tiempo previo a la sexta plaga; un tiempo donde aún hay posibilidad de arrepentirse, y por lo tanto el tiempo de gracia no se ha cerrado. Esto significa que 16:13-15 es un paréntesis que se refiere a los eventos que suceden antes del cierre del tiempo de gracia (el valle de la decisión de Joel 3:12), y por lo tanto antes que comiencen a ser derramadas las siete últimas plagas.
Miren la siguiente cita de Ellen White:
“Éste es un tiempo solemne y terrible para la iglesia. Los ángeles ya están preparados, aguardando el mandato de Dios para derramar las copas de la ira sobre el mundo. Los ángeles destructores están iniciando la obra de venganza, pues el Espíritu de Dios está gradualmente retirándose del mundo. Satanás también está preparando sus fuerzas del mal, saliendo “a los reyes de la tierra en todo el mundo” para reunirlos bajo su bandera y prepararlos para la “batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso”” {PH028 4.1}.
Es por esto que en Apocalipsis 16:12 y 16, se habla del secamiento del río Éufrates, que trae consigo la caída de Babilonia (espiritual), y por lo tanto el desengaño de toda nación, tribu, lengua y pueblo, que viéndose perdidos para siempre y dándose cuenta que fueron engañados, arremeterán contra Babilonia para destruirla (“Y los diez cuernos que viste en la bestia, éstos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego” (Ap. 17:16). “Por todos lados hay luchas y derramamiento de Sangre” (CS, 638)). El Armagedón del cual habla la Biblia en Apocalipsis 16:16, trae implícito al pueblo de Dios una liberación, no del pecado, sino de sus enemigos.
ALGO INTERESANTE: CEGUERRA, TINIEBLAS Y AUTO DESTRUCCIÓN
En reiteradas ocasiones, cuando Dios libró a su pueblo de sus enemigos, envió cierta “ceguera” o confusión que provocó que los enemigos de Dios se eliminaran entre sí (Jueces 7:22). Un caso anecdótico fue lo que ocurrió en los tiempos del Papa Inocente VIII (siglo XV): Fue dada una orden para realizar una cruzada que exterminara a los valdenses que vivían en el Pra del Torno. Cuando el ejército del Papa estaba por descubrir y destruir a los valdenses que vivían en esa zona, una neblina cubrió toda la montaña, los valdenses les comenzaron a arrojar piedras, y en medio de la confusión, las fuerzas del Papa comenzaron a luchar unas contra otras, hasta que no quedó ni un sólo hombre.
Parece que algo similar vemos en la quinta y sexta plaga: Tinieblas cubren el trono de la bestia (quinta plaga) y luego cae Babilonia (sexta plaga).
7) El Damasco de Isaías 17 no tiene nada que ver con el Damasco actual, capital del Siria.
Si traemos el texto de Isaías 17:1-3 al día de hoy, como si fuera una profecía que se está cumpliendo en la actual Damasco (capital de Siria), debemos entonces hacer lo mismo con el Israel que aparece en el mismo capítulo. El capítulo 17 no sólo es un mensaje dirigido a Damasco, sino también a Israel.
Siendo que Israel hoy en día no es más el terrenal, sino el espiritual, y está compuesto por todos los hijos fieles a Dios en cada parte de este mundo que lo adoran “en espíritu y en verdad”, no podemos aceptar entonces que este Damasco de Isaías 17 sea literal. Esta profecía ya se cumplió en el 732 a.C. cuando los asirios destruyeron Damasco, liderados por Tiglath Pileser III.
En la profecía de Isaías 17, especialmente algunos versículos como el 7, y del 12 al 14, tendrán un cumplimiento completo al fin del tiempo, en la segunda venida de Jesús. Sin embargo, esto se cumplirá con el Israel espiritual (los verdaderos judíos que describe Pablo) y no con el Israel literal que hoy en día hay en Medio Oriente.
8) La reconstrucción de un tercer templo en Jerusalén tampoco tiene nada que ver con el Armagedón. Pero insisto, el diablo es astuto, y no me sorprendería que él enviase a reconstruir el Santuario para que muchos sean engañados pensando que las profecías se están cumpliendo con esos eventos.
9) El diablo es muy astuto, y hace que las profecías se “cumplan” a su manera. Les da una apariencia de verdad, situando guerras en lugares que aparecen en el Antiguo Testamento, para desviar la mente del verdadero enemigo: Roma (no Jerusalén y sus aliados), Babilonia (no Turquía y sus aliados).
10) Las guerras que se están desarrollando hoy, tienen que ver con la lucha del falso rey del norte (es una referencia a Satanás, y al poder terrenal que pretende ocupar el lugar de Dios en la tierra: el Papado) contra el rey del sur (ateísmo y poderes contrarios al cristianismo), que se encuentra en Daniel 11:40-45. El resultado de esa lucha traerá consigo la marca de la bestia (el decreto obligatorio de la ley dominical en todo el mundo).
Cuando esto ocurra, el falso rey del norte verá que la paciencia de Dios ha llegado a su fin y querrá destruir al pueblo de Dios: «Pero noticias del oriente y del norte lo atemorizarán, y saldrá con gran ira para destruir y matar a muchos» (v. 44).
Esto traerá terrible persecución al pueblo de Dios («Y plantará las tiendas de su palacio entre los mares y el monte glorioso y santo» (v. 45)), pero los perseguidores serán destruidos: «llegará a su fin, y no tendrá quien le ayude» (v. 45).
El que los destruirá es Jesús, quien viene a buscar a su pueblo.
Daniel 12:1: «En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro.»
La parte 1 se encuentra aquí: “Siria, Damasco, Isaías 17, Apocalipsis 16:12 y 16, el rio Éufrates y el fin del mundo.”
Escrito por el Pastor Alejandro Añasco
Pensamiento de hoy
- Elena G. White
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