12 tácticas que el Diablo usa para controlarnos

Alguien cayó del cielo, él está muy interesado en usted, acompaña sus pasos e influencia su vida, tal vez usted no lo perciba, pero él está ahí.

Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; 1 Pedro 5:8

1. Controlar la mente de las personas a través de: transacciones comerciales, satisfacción del apetito, condescendencia con intereses propios, de manera que neutralice a los cristianos hasta que Cristo cierre su intercesión en el santuario celestial;

2. Llevar a los cristianos a descuidar la Biblia y la oración, ocupando su tiempo con futilidades;

3. Traer a la iglesia a personas no sinceras y malas, que aman la controversia, pero no la piedad, para introducir herejías y disidencias;

4. Llevar a las iglesias a ajustar la Biblia a sus doctrinas favoritas carnales y egocéntricas, estando de acuerdo con el mundo;

5. Proclamar libertad y gracia a los transgresores de la ley de Dios, mientras representa falsamente a los justos como secta;

6. Actuar sigilosamente, haciendo que se burlen y ridiculicen su nombre como si él (satanás) no existiera, y declarando que el mundo sólo termina para quien muere.

7. Formar incrédulos, escépticos y ateos a través del estudio de la ciencia ocupándolos en la búsqueda de lo que Dios no reveló;

8. Llevar a los cristianos a la incredulidad para justificar su negligencia del deber;

9. Utilizar hombres de saber como críticos de la Biblia dando virtud a sus palabras como verdaderas, pero que en el fondo son personas orgullosas, llenas de confianza propia, amantes de la comodidad, que no saben lo que es abnegación y amor al prójimo;

10. Llevar el mundo a la confusión religiosa por el estudio parcial de las escrituras, utilizando señales y prodigios para engañar;

11. Propagar con exasperado énfasis a través de los medios los engaños del espiritismo, rebajando la divinidad de Jesucristo;

12. Crear falsificaciones muy parecidas a la verdad con la intención de enredar los inconversos y si es posible los elegidos.