Un informe de 2015 del Pew Research Center descubrió que estas congregaciones, que una vez fueron el pilar de la religión estadounidense, ahora se están reduciendo en aproximadamente 1 millón de miembros cada año. Menos miembros no solo significa menos almas salvadas, un pensamiento aterrador para algunos miembros del clero, sino también menos ingresos para las iglesias, asegurando aún más su disminución.
Hace casi 20 años, John Shelby Spong, un obispo de los Estados Unidos en la Iglesia Episcopal, publicó su libro «Por qué el cristianismo debe cambiar o morir«.
Spong, un teólogo liberal, enseñaba que sólo crecerían las iglesias que abandonaran la interpretación literal de la Biblia y se adaptara a las transformaciones sociales. Esto incluiría, por ejemplo, aceptar el divorcio, el aborto y el matrimonio gay como «normales». Irónicamente, el libro era presentado como un «antídoto» para el declive de las grandes denominaciones evangélicas.
Después de dos décadas, las cifras muestran que esa mentalidad liberal no sólo fue incapaz de resolver el problema de declive en la frecuencia, pero en algunos casos dividió y debilitó las denominaciones.
En la Iglesia Unida de Canadá, un reciente estudio muestra que el 20% de los pastores afirmó no creer en el Dios descrito en la Biblia. Veinte y nueve por ciento cree en Dios, pero no lo ve como «sobrenatural». Poco más del 2% dijo ver a Dios como una «fuerza» y el 15,6% percibe a Dios como una «metáfora».
Por otro lado, continúan con tendencia de crecimiento las iglesias que no niegan la Biblia como Palabra de Dios.
La iglesias que crecen se mantienen firmes a la Biblia
El director de la investigación, David Haskell, observó que el estudio apunta como las iglesias que están creciendo «se mantienen firmes en las creencias tradicionales del cristianismo y están más involucradas en prácticas como oración y lectura de la Biblia».
La enseñanza de doctrinas centrales, consideradas verdades inalterables, hace que los visitantes ganen confianza. Esta confianza, aliada a un mensaje edificante, reconfortante o claramente positivo, es una combinación atractiva.
Aquellos que declaran leer la Biblia diariamente y consideran el evangelismo «importante» logran mantener un crecimiento más sólido.
Por ejemplo, el 71% de los líderes de las iglesias en crecimiento leía la Biblia diariamente, mientras que sólo el 19% de los pastores de las iglesias que pierden miembros tienen ese hábito.
Fuente: The Washington Post – Gospel Prime
Pensamiento de hoy
- Elena G. White
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