La Biblia es clara con respecto a la voluntad de Dios para el liderazgo espiritual de su iglesia.
- El requerimiento de que el ministro evangélico que supervisa la iglesia debe ser “marido de una sola mujer” (1 Tm 3:2) es tan claro en el original griego como lo es en español. La palabra griega para “marido” nunca significa una mujer y la palabra para “mujer” nunca significa un hombre. Más bien, como lo afirma la enorme mayoría de las versiones de la Biblia en español, este requerimiento de género es tan claro que no puede evitarse a menos que redefinamos lo que queremos decir por hombre y mujer. Pero esto ya ha sido definido por Dios en la Creación cuando hizo a Adán y Eva.
- Pablo pasa del lenguaje de género inclusivo (“todos los hombres”) y términos de género específico (“hombre” y “mujer”) en 1 Timoteo 2, al lenguaje de género exclusivo (“marido de una sola mujer”) en 1 Timoteo 3 en conexión con los oficiales de iglesia. Su referencia a “las mujeres” que asistían a los diáconos en 1 Timoteo 3:11 es una prueba más de que el lenguaje de género exclusivo es intencional.
- Aunque existen por lo menos cinco formas de ordenar en griego, Pablo emplea la más fuerte cuando dice que el ministro/anciano debe ser (dei… einai en griego). Es la forma utilizada para indicar un imperativo divino (por ejemplo, Mt 24:6; Mc 13:10; Lc 24:44; Jn 3:14; Hch 4:12; 1 Co 15:53; 2 Co 5:10; Heb 11:6; Ap 22:6).
- Las mujeres son tan vitales como los hombres para el crecimiento de la iglesia. El mandato de Pablo de que la mujer “calle” en la iglesia está dirigido a las mujeres que estaban interrumpiendo el servicio de adoración haciendo preguntas. Además de este grupo, Pablo le da el mismo mandato a dos grupos de hombres que estaban interrumpiendo el culto (ver 1 Co 14:27-33). En 1 Timoteo 2:11 y 12, Pablo prohíbe que las mujeres usurpen el rol de enseñanza con autoridad, así como lo reconocieron y enseñaron nuestros pioneros adventistas, incluyendo a Elena de White.
- El Nuevo Testamento provee reglas o códigos de conducta tanto para el hogar como para la iglesia. En el hogar, las esposas se deben someter a sus esposos, y los esposos deben amar a sus esposas; los hijos deben obedecer a sus padres, y los padres no deben provocar a sus hijos. Para la iglesia, que es “la casa de Dios”, también existen reglas para la adoración y para ocupar cargos en la iglesia. No debiera haber “jinetes sin cabeza” en la iglesia.
- Elena de White nunca fue ordenada para un cargo de iglesia. La iglesia le dio las credenciales más altas que podía, como un reconocimiento a su llamado especial como “la mensajera del Señor” y como una forma práctica de concederle acceso pleno a los púlpitos en todo el mundo.
- El problema en Hechos 15 (si los gentiles debían circuncidarse para ser salvos) era teológico. La circuncisión era un requerimiento ceremonial. No era como el sábado y el orden de liderazgo de la creación, que fueron establecidos antes de la caída y validados para el pueblo de Dios en todas partes y en todas las épocas.
Creemos que la Biblia es clara. Para entenderla, no se requiere un doctorado en teología ni métodos sofisticados de interpretación. También creemos que la Biblia es consistente en toda su extensión.
Pablo no se contradice ni ha entendido mal el libro de Génesis. El modelo de liderazgo masculino está en toda la Biblia, desde el liderazgo de Adán en el Jardín del Edén y los patriarcas y sacerdotes del Antiguo Testamento hasta que Jesús estableció los apóstoles y ancianos en el Nuevo Testamento, culminando en la Nueva Jerusalén, donde en las puertas están inscriptos los nombres de las doce tribus de Israel y el fundamento lleva los nombres de los doce apóstoles (Ap 21:12-14).
Si en algún momento llegamos, como iglesia, al punto en que podemos interpretar “marido de una sola mujer” como equivalente a “esposa de un esposo” o simplemente “fiel hombre o mujer”, entonces podremos hacer que cualquier pasaje de la Escritura signifique cualquier cosa que queramos que signifique o lo que nuestra cultura nos dice que debiera significar.
¿Podría ser que, como iglesia, estamos ahora siendo probados para saber si continuaremos manteniendo la Biblia como la autoridad para nuestra fe y práctica de modo que, habiendo pasado esta prueba, podamos estar preparados para la prueba mayor que está justo delante de nosotros en relación con el matrimonio del mismo sexo y aún el sábado? Como lo declara el informe de la Posición Nº 1 de la teología de la ordenación, presentado al Concilio Anual:
Más importante aún que decidir si permitir o no que las mujeres sean ordenadas al ministerio evangélico es cómo leemos la Biblia. Como se ha hecho evidente, algunos adventistas están comenzando a interpretarla en forma muy diferente. Así que no es de sorprenderse que lleguen a conclusiones muy diferentes.
Los adventistas siempre hemos sido el “pueblo de la Biblia”. Nunca hemos confiado en un “magisterio” u otro grupo que interprete la Biblia por el resto de la iglesia. A cada miembro se lo anima a estudiar y conocer la Biblia por sí mismo/a. Sabemos que al aproximarnos a los últimos días esto será especialmente importante, a fin de que cada uno de nosotros podamos estar “siempre preparados para presentar… razón de la esperanza que hay en vosotros” (1 P 3:15).
En última instancia, lo más importante no es cómo interpretan la Biblia los teólogos o los líderes de la iglesia en los distintos niveles, sino, como dijo Jesús, “¿Cómo lees?” (Lc 10:26).
Tomado del libro "LA ORDENACIÓN DE LA MUJER: ¿IMPORTA REALMENTE?"
Hace tiempo venía viendo que esto se nos vemos acercando. Y ahora, como el coronavirus que un día estaba allá lejos en China , y al mes siguiente era una pandemia mundial, de la misma mande nos está pasando con este asunto que ya tanta tristeza y separación ha traído a nuestra hermosa iglesia. Edmun Burke decía con mucha razon: «EL MOTIVO por el cual el mal triunfa en el mundo, es por que los buenos hombres no hacen nada».
La Biblia es clara,debemos humilde y sencillamente cumplir la viluntad de Dios,Dios dejo roles especificos para el hombre y la mujer,ambos son importantes en la obra de Dios,pero cada quien cumpliendo a lo que ha sido llamado por medio del Espíritu Santo.