La Biblia es el mayor éxito de librería en toda la historia, y en tanto que la mayoría de los escritos antiguos han caído en el olvido, la Biblia continúa siendo el libro que más se imprime en todo el mundo. Cada año se venden o se obsequian millones de ejemplares en más de dos mil idiomas o dialectos. La Biblia ha tenido una profunda influencia en la sociedad occidental, dando forma a muchos de sus conceptos religiosos, económicos y sociales. A pesar de todo esto, la Biblia también ha sido clasificada, muy acertadamente, como el libro que menos se ha entendido en la historia. Aunque millones de personas leen la Biblia, son muchos los que no la entienden; algunos incluso han dejado de leerla por considerarla demasiado confusa y enigmática. Tal vez usted sea una de esas personas para las cuales la Biblia es difícil de entender. Quizá usted quisiera saber cómo aplicar mejor sus principios eternos y cómo tener una relación más íntima y personal con su autor, el Creador del universo.
Pedir con humildad la guía de Dios
Resulta curioso, pero la Biblia no es un libro que todos puedan en- tender fácilmente. ¿Cómo podemos, pues, entenderla? La primera clave esencial es llegar humildemente ante Dios en oración y pedirle su ayuda Dios nos hace saber la clase de actitud que espera ver en nosotros: “Miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra” (Isaías 66:2). Dios no tiene favoritos; no le importa el color de la piel, la nacionalidad, la edad ni ningún otro aspecto físico de la persona. Él se fija en el corazón —la actitud y el propósito— para decidir si ha de darle entendimiento. El apóstol Pedro nos dice: “En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia” (Hechos 10:34-35).
La obediencia conduce al entendimiento
La segunda clave procede naturalmente de la primera: la actitud apropiada conduce a la fiel obediencia a las leyes de Dios, las cuales forman gran parte del fundamento de la Biblia. El apóstol Santiago nos exhorta con estas palabras: “Sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace” (Santiago 1:22-25).
Aceptar la inspiración divina de toda la Biblia
¿Qué concepto tenemos de las Escrituras? ¿Consideramos que son inspiradas por Dios? Una clave indispensable para poder entender las Escrituras correctamente es aceptar la autoridad de la Biblia entera. Todos los libros que la forman —tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo— fueron inspirados por Dios. Dios nos asegura que podemos confiar plenamente en las Escrituras. Por eso el apóstol Pablo escribió: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Timoteo 3:16-17). Esta es una afirmación contundente. Significa que con toda con- fianza podemos aceptar que la Biblia, en sus escritos originales, es la inspirada e infalible Palabra de Dios. Lo que ha llegado hasta nosotros son diferentes traducciones, de las cuales ninguna está libre de algunos errores humanos. Por lo tanto, al estudiar la Biblia es conveniente comparar diferentes versiones.No obstante, podemos estar seguros de que entre las principales versiones que han sido traducidas concienzudamente de los textos originales en hebreo y en griego, las diferencias son mínimas. Se han analizado minuciosamente muchos manuscritos antiguos para descubrir casi todos los errores que pudieran haberse cometido al copiar los textos a lo largo de los siglos. Las verdades básicas han sido preservadas fielmente.
Tener en cuenta el contexto
La Biblia nos revela otra clave para entender el significado de las Escrituras: el contexto. Podemos evitar muchas interpretaciones erróneas si tenemos siempre en cuenta el contexto de los ejemplos y las enseñanzas que la Biblia nos da. De hecho, la gran mayoría de las equivocaciones o malentendidos acerca de la Biblia son la consecuencia de sacar versículos de su contexto. Leer el contexto quiere decir simplemente tener en cuenta los versículos anteriores y posteriores al texto que se esté estudiando. Sacar un versículo fuera de su contexto es tratar de entenderlo sin tener en cuenta el tema del pasaje en que se encuentra. Estudiar el contexto incluye examinar los versículos dentro del marco del párrafo, el capítulo, el libro y, en un sentido más amplio, todos los escritos del mismo autor e incluso la Biblia como un todo.
Tener en cuenta todos los pasajes relacionados con el tema que se estudia
Otra clave importante para entender la Biblia es estudiar diferentes versículos relacionados con determinado tema antes de llegar a una conclusión. Con respecto a esto, el apóstol Pablo dio un ejemplo notable cuando, enseñando ciertas verdades acerca de Jesús, se refirió a muchos pasajes de lo que en su tiempo era la Biblia, las Escrituras en hebreo (lo que ahora se conoce como el Antiguo Testamento). “Y habiéndole señalado un día, vinieron a él muchos a la posada, a los cuales les declaraba y les testificaba el reino de Dios desde la mañana hasta la tarde, persuadiéndoles acerca de Jesús, tanto por la ley de Moisés como por los profetas” (Hechos 28:23). Para demostrar que estaba en lo correcto, Pablo explicaba cuidadosamente los pasajes que tenían que ver con Cristo como el Mesías. Para entender correctamente un tema bíblico, es necesario tener en cuenta todos los pasajes relacionados con el mismo. Aquí se aplica el principio de acomodar lo espiritual a lo espiritual (1 Corintios 2:13). El carácter espiritual de la Biblia se describe en Efesios 6:17, donde leemos acerca de “la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios”.
El uso correcto de los libros de consulta
Si se aplican las cinco claves que hemos mencionado hasta este punto, ciertamente podremos entender las enseñanzas y los principios esenciales de la Palabra de Dios. De esto no hay duda. No obstante, con sólo leer la Biblia, ¿alcanzaremos a entender todos los detalles de lo que nos dicen las Escrituras? La verdad es que podemos aumentar nuestro entendimiento de los personajes, lugares y acontecimientos bíblicos si aprovechamos el trabajo de aquellos que han estudiado la cultura, los idiomas, la historia y la arqueología de la Biblia.
La guía de la Iglesia de Dios
En nuestra búsqueda de las grandes verdades de las Sagradas Escrituras, ninguna de las fuentes de consulta que tengamos puede remplazar la guía de maestros guiados por el Espíritu de Dios. Un fiel servidor de Dios puede ayudarnos en gran manera a entender correctamente las Escrituras. Como dijo el apóstol Pablo: “¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quién les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!” (Romanos 10:14-15).
Siete claves para entender las Escrituras
- El verdadero evangelio: Muchos piensan que el evangelio se reduce sólo a un mensaje acerca de Jesucristo. La realidad es que el verdadero evangelio es el mensaje que Cristo proclamó acerca del futuro Reino de Dios y de cómo nosotros podemos llegar a ser parte de él.
- La salvación es creación: La salvación es la meta, la culminación del plan que Dios inició con la creación del primer hombre y la primera mujer. La creación no terminó con los acontecimientos que se relatan en el primer capítulo del Génesis; esos acontecimientos fueron sólo la primera fase, la fase física, de la creación.
- La interpretación de los símbolos en la Biblia: Muchas de las verdades proféticas de la Biblia han sido reveladas por Dios por medio de símbolos. Por ejemplo, el libro de Daniel contiene varios símbolos: imágenes y animales, unos reales, otros de fantasía, unos que se explican, otros que no son explicados. En algunos casos, los símbolos tienen como propósito ocultar el significado del mensaje hasta que Dios lo revele en el tiempo del fin o poco antes (Daniel 12:8-9).
- El método dual de Dios: A lo largo de la Biblia podemos ver frecuentemente revelado el principio de la dualidad. La creación física en Génesis 1 nos conduce a la creación espiritual descrita en Apocalipsis 21 y 22. El primer Adán, de materia física, terrenal, fue un tipo del segundo Adán, Jesucristo, de espíritu, celestial (1 Corintios 15:45-49).
- Las fiestas santas: Dios nos dio siete fiestas anuales para man- tenernos siempre conscientes de su plan de salvación. Cada una representa una fase en este proceso, primero para algunos individuos y, finalmente, para toda la humanidad. La Pascua es una conmemoración de la muerte de Cristo por nuestros pecados. Representa además la oportunidad de recibir —una vez que nos hayamos arrepentido— el perdón de Dios.
- La verdad acerca de Israel: La gran mayoría de la gente desconoce que la antigua nación de Israel fue dividida en dos reinos después de la muerte del rey Salomón. El reino de Israel, formado por 10 de las 12 tribus, fue llevado en cautiverio por el Imperio Asirio y desapareció de las páginas de la historia; por consiguiente, vino a conocerse como “las 10 tribus perdidas”.Las dos tribus que formaban el reino de Judá también fueron lleva- das en cautiverio (por el Imperio Babilonio), pero conservaron su identidad en gran parte. Algunos ciudadanos de ese reino (Judá) fueron restablecidos en su tierra natal. Sus descendientes, los judíos, hoy en día se encuentran en el Estado de Israel y esparcidos por todo el mundo.
- El día de reposo de Dios: En ocasiones, y con mucha razón, el cuarto mandamiento del Decálogo es llamado el mandamiento de prueba. Este es el precepto que la mayor parte de la cristiandad se niega a obedecer. Por lo general, obedecer este mandamiento acarrea grandes pruebas de fe, y requiere una genuina y sincera confianza en Dios. Pero también es una fuente de grandes bendiciones para los que lo guardan. Es otra clave importante para entender la Palabra de Dios, porque “el principio de la sabiduría es el temor del Eterno; buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos . . .” (Salmos 111:10).
las ppt del tema como entender la biblia no están, las pueden subir por favor, gracias
saludos
me intereso bastante este folleto de como entender la biblia y lo termine de leer , pero me lleve una inquietud que este folleto pertenece a otra congregación que no es adventista