¿Qué fue la Reforma Protestante?-Power Point

La pregunta que nos planteamos hoy es: «¿Qué fue la Reforma Protestante?» Para responder a esta pregunta, es esencial sumergirse en la historia de la Iglesia Protestante y la Reforma. En primer lugar, es crucial comprender el reclamo central de la Iglesia Católica Romana: la sucesión apostólica. Este reclamo sostiene que la Iglesia Católica es la única autoridad sobre todas las demás iglesias debido a su supuesta línea directa e ininterrumpida de Papas desde el apóstol Pedro.

Desde la perspectiva católica, esta sucesión apostólica otorga a la Iglesia Católica una autoridad única que invalida a otras denominaciones. Sin embargo, esta afirmación fue una de las principales diferencias entre católicos y protestantes y una razón fundamental para la Reforma. Los católicos romanos no son los únicos que reclaman una autoridad única a través de la sucesión apostólica, ya que la Iglesia Oriental Ortodoxa también comparte este reclamo, aunque su separación de la Iglesia Católica ocurrió en el Gran Cisma en 1054 d.C. Además, algunas denominaciones protestantes también buscan establecer una «Línea de Sangre» que se remonta a los apóstoles, aunque no buscan un líder infalible como el Papa.

El problema con estos intentos de trazar una línea de sucesión es que buscan obtener la autoridad de la conexión con los apóstoles en lugar de basarla en la Palabra de Dios. La sucesión apostólica no es necesaria para que una iglesia tenga autoridad; esta proviene directamente de la Palabra escrita de Dios.

Para comprender la conexión entre el protestantismo y la Iglesia Católica Romana, es esencial considerar la historia de la iglesia desde dos perspectivas cruciales. En primer lugar, desde los días de los apóstoles, las falsas enseñanzas y maestros fueron un problema significativo. Jesús advirtió sobre falsos maestros, y la presencia de herejías es evidente en los escritos del Nuevo Testamento. A pesar de esto, siempre ha habido verdaderos creyentes que se han aferrado a la doctrina bíblica.

En segundo lugar, es vital comprender que la palabra «católico» originalmente significaba «universal». En los primeros siglos del cristianismo, se refería a la iglesia universal formada por creyentes de todas las tribus y naciones. Sin embargo, con el tiempo, el concepto de una iglesia «católica» comenzó a involucrar la idea de la unión de todas las iglesias no solo espiritual sino también visiblemente, llevando al desarrollo de la Iglesia Católica Romana después de la conversión de Constantino al cristianismo en el año 315 d.C.

Este matrimonio de la iglesia y el estado condujo al desarrollo de la Iglesia Católica Romana, que silenció a aquellos que se oponían a sus doctrinas. Aunque hubo focos de resistencia, la oposición alcanzó su punto máximo en el siglo dieciséis con la Reforma Protestante, liderada por Martín Lutero. La Reforma se basó en cuatro preguntas fundamentales sobre la salvación, la autoridad religiosa, la naturaleza de la iglesia y la esencia de la vida cristiana.

Estas preguntas llevaron a la formulación de las «Cinco Solas», que son la base de la Reforma Protestante: Sola Escritura (Solo la Escritura), Sola Gratia (Solo la Gracia), Sola Fide (Solo la Fe), Solo Christus (Solo Cristo) y Soli Deo Gloria (Solo a Dios sea la Gloria). Estas doctrinas esenciales desafiaron la autoridad de la Iglesia Católica Romana y guiaron a los reformadores en su búsqueda de regresar a las enseñanzas bíblicas. En última instancia, la Reforma Protestante fue una llamada a restaurar las iglesias a través del mundo a la doctrina y enseñanza bíblica que caracterizaba a la iglesia apostólica.