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- Paso 1: ADOPTE LA FILOSOFIA DIVINA PARA SER UN BUEN PADRE
- Paso 2: PRACTIQUE EL MEJOR ESTILO COMO PADRE
- Paso 3: AME A SUS HIJOS INTENCIONALMENTE
- Paso 4: DISCIPLINE CON AMOR
- Paso 5: ENSEÑE A SU HIJO: “DIOS ME AMA”
Paso 1: Adopta la Filosofía Divina para ser un buen padre
El primer paso hacia la paternidad efectiva es adoptar una filosofía centrada en los valores divinos. Manoa, Ana, y los padres de Moisés, Amram y Jocabed, comprendieron la importancia de criar a sus hijos en los caminos de Dios. Ellos buscaban guía divina para saber cómo cumplir con su rol (Jueces 13:8,12; 1 Samuel 1:11,28; Éxodo 2:9). Esta filosofía significa priorizar la espiritualidad y el amor en el hogar, estableciendo una base sólida para la vida de los hijos.
Paso 2: Practica el Estilo de Crianza Ideal
Existen diferentes estilos de crianza, pero la Biblia nos muestra el valor de un equilibrio entre amor y disciplina.
- Padre Descuido: Este estilo, caracterizado por la falta de reglas y atención, puede llevar a los hijos a sentirse no deseados y, en algunos casos, vulnerables a malos comportamientos (2 Reyes 16:3). Dios aconseja evitar este tipo de paternidad y atender a los pequeños con amor (Mateo 18:10).
- Padre Autoritario: Se enfoca más en reglas que en la relación, lo cual puede generar temor en los hijos y una baja autoestima. El Rey Saúl ejemplifica esta paternidad al exigir obediencia sin comprensión (Colosenses 3:21).
- Padre Permisivo: Muestra mucho amor, pero poca disciplina. Los hijos de Elí vivieron sin restricciones, lo que resultó en comportamientos inadecuados (1 Samuel 3:12, 13).
- Padre con Autoridad Positiva: Este es el estilo ideal, donde se equilibra la disciplina con amor. Las reglas son claras y el amor se expresa en cada corrección, como Dios lo hace con sus hijos (Hebreos 12:6,7).
Paso 3: Ama a Tus Hijos Intencionalmente
Amar intencionalmente significa expresar amor de manera genuina y en el lenguaje que el hijo necesita. Esto incluye evitar palabras hirientes y promover palabras de afirmación. Jesús mismo nos muestra la importancia de amar a los pequeños (Mateo 25:40). Aprender a comunicar nuestro amor de manera que los hijos lo perciban es fundamental para su bienestar emocional.
Paso 4: Disciplina con Amor
La disciplina es esencial, pero debe aplicarse con amor y cuidado. Los métodos de disciplina incluyen:
- Inicio temprano: Enseña buenos hábitos desde el principio.
- Refuerzo del comportamiento positivo: Elogia los buenos comportamientos para que se repitan.
- Consecuencias naturales: Permite que el hijo aprenda de sus errores bajo tu supervisión.
- Corrección corporal con prudencia: Si se usa, debe ser siempre de manera mesurada, sin enojo y en privado.
La Biblia nos muestra cómo Dios corrigió con amor a sus siervos para ayudarlos a crecer en carácter (2 Corintios 12:7-9).
Paso 5: Enséñales Que “Dios Es Amor”
Establecer un altar familiar fortalece el lazo espiritual y les enseña a los hijos a amar a Dios. José y María, los padres de Jesús, son un ejemplo de cómo el amor de Dios puede guiar la crianza de los hijos (Deuteronomio 6:6,7). Inculcarles que son amados por Dios les brinda una seguridad y confianza inquebrantable.
Este seminario le mostrará cinco pasos para educar a los niños. Estos seminarios tienen el propósito de hacer de su hogar un lugar lleno de bendiciones.
Pensamiento de hoy
- Elena G. White
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